Las protestas en Sudán se intensifican y acechan al presidente Al Bachir

Las protestas contra el presidente Omar al Bashir, en el poder desde 1989, toman fuerza en Sudán, país que arrastra una prolongada crisis económica y social. Las manifestaciones, que arrancaron de forma irregular el pasado mes de diciembre cuando el Gobierno intentó subir el precio del pan, han ido adquiriendo mayor dimensión estos últimos días. El pasado sábado, coincidiendo con el aniversario de la revolución del 6 de abril de 1985, que dio paso a un periodo democrático de cuatro años, miles de personas protagonizaron una marcha y una sentada frente al Ministerio de Defensa en la capital Jartum que aún continúa exigiendo la dimisión del presidente.

Unas tres mil personas, entre hombre y mujeres, permanecen todavía frente al edificio. Las fuerzas de seguridad han intentado disolver la protesta con gases lacrimógenos pero soldados del Ministerio lo han impedido con disparos al aire. "El Ejército nos proteje" y "Un pueblo, un Ejército", son parte de los eslóganes que gritan los manifestantes. El ejemplo de Argelia, donde la presión popular provocó la renuncia del hasta hace poco presidente Abdelatif Buteflika, sirve de inspiración a los manifestantes antigubernamentales en Sudán.

"Las unidades militares protegieron a los que participaban en la sentada, después de la intervención de las fuerzas de seguridad para dispersar la protesta por la fuerza", ha dicho a Efe el activista Ali Ibrahim, miembro de la Asociación de Profesionales de Sudán, un sindicato opositor que está al frente de las manifestaciones, que estaba en el lugar de los hechos. El activista ha asegurado que no van a dejar el lugar "hasta que renuncie Al Bashir y forme un Gobierno transitorio que lleve al país a una etapa nueva".

El portavoz del Gobierno, Hasán Ismail, sin embargo, ha desmentido la versión facilitada por los activistas y las informaciones periodísticas. "La multiud concentrada frente al Ministerio ha sido dispersada completamente, de una manera que ha evitado heridos entre las dos partes...El aparato de seguridad está unido, es coherente y trabaja unido con energía y harmonía positivas", ha dicho.

CRÍMENES DE GUERRA

Las protestas se desataron en Sudán el pasado 19 de diciembre, aunque en las últimas semanas se había reducido su intensidad, en especial desde la entrada en vigor del estado de emergencia decretado el 22 de febrero por Al Bashir. Sin embargo, desde el sábado los manifestantes no han abandonado las calles de Jartum, a pesar de que las fuerzas de seguridad han usado la fuerza, y en ocasiones munición real, para dispersarlos. Al menos seis personas han muerto y decenas han resultado heridas desde el sábado, según el Comité Central de Médicos de Sudán. Desde el comienzo de las protestas hace más de tres meses, más de medio centenar de personas han perdido la vida en la represión violenta y al menos un millar han sido detenidos, según los activistas y opositores.

Sudán, un país de 40 millones de habitantes, sufre una servera crisis económica provocada en parte por años de sanciones impuestas por Estados Unidos y por las pérdidas en ingresos de petróleo desde que en el 2011 se constituyó como un nuevo Estado Sudán del Sur. La oposición acusa a Al Bachir, un militar que llegó al poder a través de un golpe de Estado y que tiene una orden de detención internacional por crímenes de guerra en la región de Darfur, de gobernar el país con mano de hierro a travéss de una fuerte represión.