Diario de León

RELACIONES BILATERALES

EEUU y China tratan de salvar el acuerdo comercial tras el ultimátum de Trump

Ambos bandos endurecen su retórica mientras sus negociadores se reúnen en Washington. Este viernes se recrudecerán los aranceles sobre 200.000 millones de dólares en importaciones chinas

El presidente estadounidense, Donald Trump, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, este jueves.

El presidente estadounidense, Donald Trump, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, este jueves.

Publicado por
RICARDO MIR DE FRANCIA
León

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La cuenta atrás está en marcha y medio mundo mira de reojo, consciente de que el futuro más inmediato de la economía global podría decidirse en las próximas horas en Washington. Negociadores chinos y estadounidenses se reúnen desde este jueves a orillas del Potomac para tratar de salvar el acuerdo comercial con el que pretenden reformular su relación económica y poner freno a la guerra arancelaria que reverbera en todo el mundo desde que la Administración Trump empezara a gravar las importaciones chinas el año pasado. El acuerdo parecía estar muy avanzado hasta hace solo unos días, cuando Estados Unidos acusó a China de renegar de sus compromisos y amenazó con imponer nuevos aranceles. Su tramitación ya ha comenzado y, si nada cambia, entrarán en vigor esta misma media noche.

En juego hay algo más que el saldo de la balanza comercial o el prestigio de los dirigentes al mando de las dos mayores economías mundiales. Del desenlace de las negociaciones podría depender el futuro de la relación bilateral entre las dos potencias que pugnan por la hegemonía en este siglo, una relación que ha sido hasta ahora lo suficientemente armónica para que sus economías se integrasen sin grandes sobresaltos y el diálogo constructivo predominase sobre la confrontación al abordar los grandes retos mundiales. La retórica de los últimos días, sin embargo, no augura nada bueno. Durante un mitin en Alabama, Trump acusó el miércoles a Pekín de haber roto el acuerdo negociado en los últimos meses. "Acabo de anunciar que incrementaremos los aranceles y no daremos marcha atrás hasta que China deje de engañar a nuestros trabajadores y robar nuestros empleos", ha dicho el líder estadounidense.

Su intención es aumentar los gravámenes sobre 200.000 millones de dólares en importaciones chinas, que pasarían de pagar un 10% para pagar el 25%. China ha respondido anunciando "contramedidas" si la amenaza se materializa, pero se ha resistido a romper la baraja, al enviar a Washington a una delegación comandada por el vicepresidente Liu He para continuar con las negociaciones. "China no capitulará ante las presiones y tenemos la determinación y la capacidad para defender nuestros intereses", ha dicho su ministro de Comercio, Gao Feng.

CONCESIONES

Según fuentes oficiales citadas por Reuters, Washington considera que Pekín ha dado marcha atrás en casi todos los compromisos que ya había adquirido en el borrador del acuerdo. Particularmente, sus representantes se habrían negado a cambiar las leyes chinas para codificar el acuerdo, uno de los requisitos exigidos por la Casa Blanca para asegurarse de que existen mecanismos para garantizar su implementación. El Wall Street Journal sostiene que el endurecimiento de la postura china respondería a la lectura que sus dirigentes han hecho de algunas de las declaraciones más recientes de Trump, interpretadas como una disposición a hacer concesiones.

Parece que se han equivocado. Trump no solo quiere reequilibrar la balanza comercial, que es deficitaria para EEUU. También busca garantías para proteger la propiedad intelectual de las empresas estadounidenses, mejorar su acceso al mercado chino y acabar con las transferencias forzadas de tecnología. En este pulso tiene el apoyo del Congreso, a pesar de las protestas de los sectores más damnificados por los aranceles y del riesgo que sus acciones presentan para la economía mundial.

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