La Unión Europea proyecta su estrategia para la era ‘posbrexit’
Los líderes de los Veintisiete apuntalan su unidad con un decálogo de compromisos.
salvador arroyo | bruselas
El Consejo Europeo informal de Sibiu, en el corazón de Transilvania (Rumanía), iba a ser el primero de un club sin Reino Unido. La fecha elegida, el Día de Europa, era lo suficientemente emblemática como para sentar las bases de la nueva era ‘posbrexit’ para un proyecto común hasta 2024 compartido por Veintisiete (que no Veintiocho) Estados miembros. Y aunque la esencia de la cita se mantuvo, el hecho de que los británicos no abandonasen la UE el pasado 29 de marzo, y que incluso vayan a concurrir a las elecciones europeas del 26 de mayo y que no se espera que clarifiquen su futuro hasta el próximo 31 de octubre, mantiene viva la incertidumbre.
Con todo, los jefes de Estado y de Gobierno decidieron seguir adelante con la agenda. Y lo hicieron en la forma (la primera ministra británica, Theresa May, fue excluida de la cita) y en el fondo, con un decálogo de compromisos por escrito.
El texto se aprobó sin fisuras nada más arrancar la reunión. En escasos minutos. El tono, genérico. Lo encabeza la voluntad de «defender una sola Europa», apela a la «unidad, pase lo que pase», a la plena «equidad» en el mercado laboral, en el bienestar social, en la economía o en la transformación digital, a la protección de los ciudadanos y la preservación del porvenir «de las futuras generaciones», además de reafirmar la necesidad de convertir a Europa en «un líder mundial responsable». Para más concreción habrá que esperar hasta el Consejo Europeo formal que se celebrará el 20 y 21 de junio en Bruselas, en el que también se revisará el proceso de ‘retirada’ del Reino Unido.
Durante la cumbre, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, también rindió cuentas de su mandato. «Hemos entregado 348 iniciativas en los últimos 5 años. Desempleo, déficit, empleo y crecimiento», aseguraría antes de insistir en que el futuro es la «unidad». Fue el ‘mantra’ de esta cumbre, que se celebró a poco más de dos semanas para unos comicios europeos de los que saldrá la completa renovación de la cúpula comunitaria. Así que el encuentro de Sibiu también permitió los primeros intercambios de ‘fichas’ entre las capitales.
Tanteos que pivotan, sobre todo, en torno a la figura del llamado a suceder a partir del 1 de noviembre a Jean-Claude Juncker, responsable del Ejecutivo comunitario. El candidato lo propondrán los Estados, independientemente de que sea o no cabeza de lista, en función del resultado de las elecciones. Pero tiene que contar con el aval de la Eurocámara que sí aboga por seleccionar al líder de la plancha más votada. Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, quiere dar al asunto una solución sosegada. Así que hoy convocó una cumbre extraordinaria para el martes 28 «para iniciar el proceso de nominar a los próximos dirigentes» de las instituciones de la UE.
En esa estrategia para la renovación de cargos, el todavía presidente en funciones, Pedro Sánchez, jugó ayer sus cartas y defendió que España debía tener una representación «importante en la próxima arquitectura institucional de la UE».