La UE coloca a una de sus halcones al frente de la negociación ‘posbrexit’
s. arroyo | bruselas
Mientras los jefes de Estado y de gobierno de la UE intentan hilvanar la red de altos cargos que van a controlar las instituciones comunitarias, dando reflejo al nuevo equilibrio de poderes surgido tras las elecciones, en la sala de máquinas de la Comisión Europea los cambios ya han comenzado. Y el más relevante responde al nombre de Sabine Weyand. Su figura se ha proyectado poco fuera de la burbuja de Bruselas, pero esta funcionaria alemana de 55 años se ha bregado para construir el acuerdo del ‘brexit’ que la UE da por cerrado pese a tres rechazos consecutivos en Westminster.
Weyand ha sido vigía de las líneas rojas de este divorcio, y ha exhibido firmeza en las fases de mayor tensión. Una interlocutora dura que los británicos volverán a encontrarse en la era ‘posbrexit’, pero ya como responsable de la dirección general de Comercio de la Unión Europea. Su ascenso manda un doble mensaje. El primero: si no hay una salida con acuerdo Reino Unido va a tener muy difícil reconstruir una relación comercial privilegiada con una Europa que hoy por hoy es su mercado de referencia. El segundo: sin Weyand en el equipo de Barnier ya no hay dudas, la señal es inequívoca, el pacto de divorcio es acero puro. No admitirá un solo cambio.