A Cuba, ni los cruceros
El Gobierno de EE UU anunció ayer que prohibirá los viajes en crucero a Cuba, lo que asesta un gran golpe a la economía cubana y a esa pujante industria que había crecido desde el deshielo iniciado en 2014.
El Departamento de Estado especificó en un comunicado que «EE UU no permitirá las visitas a Cuba a través de embarcaciones de pasajeros y embarcaciones recreativas, incluidos cruceros y yates, así como aviones privados y corporativos». Sólo se salvan los vuelos comerciales, que podrán seguir operando entre Estados Unidos y Cuba.
El Ejecutivo de Trump ha decidido mantener los vuelos comerciales porque suelen ser usados por los cubano-estadounidenses para visitar a sus familias en la isla, mientras que los cruceros son para hacer turismo, algo que los estadounidenses tienen prohibido por ley. Las medidas se toman para impedir que «el régimen cubano y sus servicios militares, que controlan la industria del turismo en Cuba, accedan a dólares estadounidenses». En Cuba muchos hoteles son propiedad de empresas controladas por las Fuerzas Armadas y gestionados en régimen de empresa mixta por corporaciones extranjeras, como el grupo Meliá, con sede en España.
Las restricciones sobre los cruceros entraron en vigor ayer mismo.