MURIERON 298 VÍCTIMAS
Holanda acusa a varios ciudadanos rusos por el derribo del avión malasio en Ucrania
Todos ellos ocupaban cargos en las milicias y las fuerzas insurgentes prorrusas en Donetsk en el momento de la tragedia. Moscú ha negado reiteradamente su participación en los hechos y ha ofrecido numerosas versiones contradictorias
La Fiscalía holandesa ha acusado este miércoles a tres ciudadanos rusos y a un ucraniano por su participación en el derribo, en julio del 2014, del Boeing 777 de Malaysia Airlines en el este de Ucrania, en el que murieron 298 personas. Igor Girkin, apodado Strelkov (tirador), que ocupada entonces el cargo de ministro de Defensa en la autoproclamada República Popular de Donetsk (DNR, por sus siglas en ruso) que en la actualidad reside en Rusia y que con frecuencia interviene ante la prensa, es el nombre de más relevancia.
Los otros dos acusados con pasaporte ruso son Serguéi Dubinkin, al frente de los servicios secretos de la DNR, un hombre que, de acuerdo con el espionaje ucraniano, es también miembro del GRU, el servicio militar de inteligencia de Rusia, y Oleg Pulatov, su subordinado y encargado de desplegar la batería de misiles BUK en el lugar desde donde se realizó el disparo del misil. El cuarto sospechoso es Leónid Járchenko, un ucraniano, también vinculado en las operaciones de traslado del arma responsable de la catástrofe. Todos ellos habían sido identificados como sospechosos por el equipo de investigadores internacionales que dirige las pesquisas.
El sistema de defensa antiaérea BUK que derribo al avión malasio, según determinó la investigación hace poco más de un año, pertenecía a una unidad del Ejercito ruso, concretamente a la 53º Brigada Aérea, con base en la ciudad rusa de Kursk, en el oeste de Rusia. Fue trasladada de forma secreta desde el vecino país al territorio ucraniano bajo control de las milicias prorrusas poco antes de la tragedia aérea, y repatriada a territorio ruso nada más conocerse que había sido derribado un avión de pasajeros.
EL KREMLIN LO NIEGA TODO
Rusia ha negado de forma reiterada su participación en los hechos, y ha ofrecido numerosas versiones que se contradecían entre sí, a medida que avanzaban las pesquisas. Moscú posee derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, lo que impide formar un tribunal internacional ad hoc y es la justicia de Holanda, país con mayor numero de víctimas mortales, la que ha asumido la tarea de enjuiciar a los responsables.
Es totalmente descartable que Moscú acceda finalmente a extraditar a sus propios ciudadanos, ya que la Constitución rusa lo prohíbe expresamente, y lo más probable es que los acusados vayan a ser juzgados in absentia.