AMENAZA DE ESCALADA
Trump anuncia el derribo de un dron iraní en el Estrecho de Ormuz
Afirma que se trató de un movimiento "defensivo" ante el acercamiento del dron, no tripulado, a uno de sus barcos de guerra
Trump, este jueves.
La tensión amenaza con escalar de nuevo en el Estrecho de Ormuz. Este jueves, horas después de que Irán anunciara la reciente captura de un petrolero extranjero bajo acusación de contrabando de combustible, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que uno de sus barcos de guerra ha derribado un dron iraní no tripulado en lo que ha calificado de “acción defensiva”.
Según el mandatario, que ha hecho el anuncio durante una ceremonia en la Casa Blanca, el dron se acercó a menos de mil metros del USS Boxer, un buque anfibio de asalto desde el que se pueden lanzar aviones y helicópteros. El acercamiento representaba, en palabras del mandatario, una “amenaza a la seguridad de la nave y la tripulación”. Tras desoír varias llamadas a retirarse, el dron fue “inmediatamente destruido” según Trump. Un portavoz del Pentágono ha añadido en un comunicado que el Boxer estaba en aguas internacionales. No está claro si el dron estaba armado.
“Esta es la última de muchas acciones provocadoras y hostiles de Irán contra navíos que operan en aguas internacionales”, ha dicho el líder estadounidense, que ha declarado también que “EEUU se reserva el derecho de defender nuestro personal, nuestras instalaciones e intereses”. Asimismo, ha pedido a “todas las naciones que condenen los intentos de Irán de alterar la libertad de navegación y el comercio global”.
Otra escalada
El derribo del dron iraní llega menos de un mes después de que Teherán derribara un dron estadounidense, también sin tripulación, al que acusó de haber entrado en su territorio. Trump entonces estuvo a punto de lanzar un ataque militar a tres objetivos en Irán pero desarticuló la operación en el último momento. En su lugar, el Pentágono lanzó un ciberataque.
Aunque la operación cibernética no fue confirmada oficialmente diversas fuentes aseguraron que tuvo como objetivo los sistemas informáticos encargados del lanzamiento de misiles iranís así como ordenadores de un grupo de inteligencia de Teherán que Washington vincula a varios ataques a petroleros en el golfo de Omán, una de las más importantes y transitadas vías marítimas de transporte de crudo.