Respuesta talibán a Trump: atacan un cuartel afgano y matan a cuatro soldados
efe | kabul
Al menos cuatro soldados murieron y otros tres resultaron heridos ayer en un ataque suicida reivindicado por los talibanes contra una base del Ejército Nacional Afgano (ANA) en el sur de Kabul, días después de que Estados Unidos diese por «muertas» las negociaciones de paz con los insurgentes. «Un atacante suicida que conducía una camioneta detonó su carga explosiva a la entrada del Grupo de las Fuerzas Especiales. En el ataque cuatro soldados de las fuerzas especiales murieron y otros tres fueron heridos», dijo el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Según el Ministerio del Interior afgano, la explosión tuvo lugar este mediodía a las 12.50 hora local (8.20 GMT) en el primer control de seguridad de la base de las fuerzas especiales del ANA, en el distrito policial 7 de la capital. Las fuerzas especiales son uno de los cuerpos más activos del Ejército afgano, y suele ser responsables de los ataques nocturnos y operaciones contra los talibanes.
Un portavoz de la formación insurgente, Zabihullah Mujahid, reivindicó la autoría del ataque en un comunicado y afirmó que el autor consiguió introducirse en la base y «golpear a esos 200 soldados dentro del complejo que se estaban preparando para partir en operaciones».
Kabul ha sido objetivo en las últimas semanas de varios ataques, el último de ellos el pasado jueves realizado con una furgoneta cargada de explosivos en el que murieron 12 personas, incluyendo un soldado estadounidense y otro rumano.
Aquel ataque fue reivindicado por los talibanes, al igual que el del lunes de la semana pasada cuando un tractor cargado de explosivos cerca de un complejo residencial de Kabul en el que suelen alojarse contratistas extranjeros dejó al menos 21 muertos, entre ellos cinco atacantes, y otras 119 personas resultaron heridas.
La nación asiática ha experimentado además un repunte en la violencia entre insurgentes y el Gobierno coincidiendo con las fallidas negociaciones de paz entre talibanes y Estados Unidos.
El acuerdo entre ambas partes, después de más de un año de reuniones en Catar, parecía estar más cerca que nunca.