Johnson rechaza otro referéndum escocés, pero el laborismo lo acepta
guillermo ximenis | londres
El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, rechazó ayer dar su visto bueno a un nuevo referéndum de independencia en Escocia, mientras que el Partido Laborista, primero de la oposición en el Reino Unido, sugirió que no intentaría «detenerlo». La cuestión de una nueva consulta ha entrado en la campaña electoral británica después de que la ministra principal escocesa, la nacionalista Nicola Sturgeon, avanzara esta semana que solicitará a Londres las competencias para organizar un plebiscito tras las elecciones generales del 12 de diciembre.
En 2014, la permanencia de Escocia en el Reino Unido se impuso con el 55 % de los votos en un referéndum que para el primer ministro británico fue «un evento único en una generación».
«No creo que la gente de este país piense que los referéndum sean lo mejor para mantener la armonía», consideró hoy en una entrevista con la cadena «Sky News» el mandatario conservador, favorito en las encuestas para las próximas generales.
Desde la oposición, en cambio, la portavoz de Empresas laborista, Rebecca Long-Bailey, dejó la puerta abierta a la posibilidad de un segundo plebiscito en caso de que su partido llegue al poder. «Si después de las próximas elecciones el Gobierno escocés determina que quiere promulgar otro referéndum, y sacan adelante todo el proceso legislativo dentro de su propio Ejecutivo, entonces nosotros, como Gobierno, no nos interpondríamos en su camino», afirmó Long-Bailey.
«No intentaríamos detenerlo, aunque, ciertamente, no haríamos campaña en ningún caso para que Escocia abandone el Reino Unido», recalcó la laborista.
Para que se celebrara el referéndum de independencia de 2014, el entonces primer ministro británico, el también conservador David Cameron, modificó la legislación que regula la autonomía escocesa a fin de permitir esa consulta en particular.
Aunque el Partido Laborista ha indicado que no se opondría a un nuevo plebiscito, el líder de la formación, Jeremy Corbyn, advirtió hace dos semanas de que no se plantearía volver a cambiar la ley en ese sentido durante los «primeros años» de un eventual Gobierno con él al frente. «Se suponía que el referéndum de 2014 era una oportunidad única en la vida», señaló Corbyn, que no descartó apoyar una consulta pero aseguró que no es su «prioridad».
Sturgeon, líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP), afirmó hoy que sería una postura «insostenible» para Londres oponerse a un nuevo referéndum si hay una «mayoría clara» en Escocia para celebrarlo. «Pienso que sería una postura que ningún político de Westminster (Parlamento británico) sería capaz de mantener», sostuvo la ministra principal.