Detenido en Málaga el exdirector de la petrolera Pemex por soborno
Huido de la justicia desde hacía meses, ha estado vagando por varios países de Europa
Emilio Lozoya, exdirector de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), ha sido detenido en Málaga tras llevar meses prófugo de la justicia y contar con una orden de captura internacional en su contra.
El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno tomará mañana declaración a Emilio Lozoya, exdirector de la estatal de Pemex por una reclamación de las autoridades mexicanas que lo buscaban desde hace meses por un fraude estimado en 280 millones de dólares.
Lozoya estaba prófugo y en paradero desconocido después de que la Fiscalía General de la República de México le acusó de haber recibido sobornos de la firma brasileña Odebrecht y de participar en la compraventa irregular de un planta de fertilizantes.
En declaraciones a Radio Fórmula, el titular de la FGR, Alejandro Gertz, dijo que se había logrado la detención después de un «largo peregrinaje por toda Europa» y valoró el apoyo «fundamental» de la Interpol y de la Policía española, quien finalmente le detuvo. La orden de captura es con fines de extradición.
El caso Lozoya es «icónico» porque se ha logrado esta captura tras una investigación durante casi un año por distintos países de Europa.
En declaraciones a Milenio Televisión, Javier Coello, abogado de Emilio Lozoya, destacó que, tras confirmarse el arresto, procede ahora viajar a España y apoyar a su cliente. «Tenemos todos los elementos de prueba para defenderlo», aseveró. Apuntó que tanto él como la familia de Lozoya desconocían la detención hasta el anuncio de la FGR.
Lozoya fue director de Pemex desde 2012 hasta 2016, durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018).
Siendo un economista con vasta experiencia internacional y miembro de una familia con profundos lazos con el poder en México, cayó en desgracia por su supuesta implicación en los sobornos de Odebrecht.
Con la asunción del presidente Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia en diciembre de 2018, la nueva FGR empujó una investigación en contra de Lozoya, y en mayo de 2019 se emitió una orden de captura.
Además, el año pasado fue inhabilitado por 10 años para ocupar un cargo público por la Secretaría de la Función Pública (SFP), una decisión validada el pasado 6 de febrero por un tribunal. Y también se le congelaron las cuentas.