El debate sobre los retos estratégicos europeos cierra la cita de Múnich
El representante de la UE para la Política Exterior, Borrell, afirma que «hay que trabajar más unidos»
La Conferencia de Seguridad de Múnich cerró ayer con dos debates sobre los retos estratégicos para la Unión Europea y para Europa, cuando crecen las diferencias con Estados Unidos y hay quienes reclaman una mayor presencia europea para la prevención y el manejo de crisis internacionales.
El alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, recordó en su intervención el anuncio de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, de que la Comisión será geopolítica y añadió una idea propia según la cual «Europa tiene que aprender a hablar el lenguaje del poder».
«Necesitamos un consenso estratégico que no tenemos. Hay que trabajar más unidos, tener una comprensión común de las amenazas. Eso no es fácil de hacer en unas semanas o en cinco años pues cada país miembro tiene su propia historia», dijo Borrell en su intervención en un panel.
La idea de Von der Leyen de que la comisión actual será una «comisión geopolítica» ya había sido abordada en el mismo encuentro por el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Luigi di Maio.
Borrell insistió varias veces durante el debate en que hay que acelerar el proceso de decisiones dentro de la UE e incluso abandonar o flexibilizar el principio de que las decisiones deben tomarse por unanimidad.
«Pensemos en el caso hipotético de que un país miembro de la UE propone una misión naval para vigilar el embargo de armas a Libia. Todos están de acuerdo pero un país que no tiene flota lo rechaza y entonces no puede realizarse, es absurdo», dijo.
Además, según Borrell, la UE debe tener un papel más activo en las crisis internacionales y puso como ejemplo el tema de Oriente Medio donde, dijo, «no basta con criticar un plan de paz que se ha propuesto sino que hay que presentar uno mejor».
Y agregó: « Europa tiene que estar en capacidad de actuar, eso implica poder militar, sí, pero también hay otros campos en los que podemos actuar» dijo.
«Cada vez que cerremos un acuerdo de comercio tenemos que poner sobre la mesa también el tema del clima y de los derechos humanos. No sólo podemos quejarnos de violación de derechos humanos», añadió.