Irán advierte a EE UU contra sus «movimientos peligrosos» en Irak
El Ministerio de Exteriores insiste en que las tropas estadounidenses deben irse de Oriente Medio
El Ministerio de Exteriores de Irán advirtió ayer a Estados Unidos contra realizar «movimientos peligrosos» en Irak, escenario de sendos ataques en los últimos días, e insistió en que las tropas estadounidenses deben abandonar la región de Oriente Medio.
«En lugar de hacer movimientos peligrosos y acusaciones infundadas, es mejor que el presidente estadounidense, Donald Trump, revalúe a fondo la presencia y el comportamiento de sus fuerzas en la región», subrayó Exteriores en un comunicado.
La nota también aconsejó a EE UU que «evite seriamente propagar el virus de culpar a otros y hacer acusaciones con el objetivo de justificar comportamientos ilógicos y evadir su responsabilidad».
EE UU lanzó el jueves ataques en Irak contra puestos de la milicia chií Kata’ib Hizbulá (KH), respaldada por Teherán, después de que dos soldados estadounidenses y uno británico murieran en una acción contra fuerzas de la coalición internacional.
El Pentágono indicó que estos ataques fueron «defensivos, proporcionales y en respuesta directa a la amenaza planteada por los grupos de milicias chiíes respaldados por Irán que continúan atacando bases que albergan las fuerzas de la coalición». «Estados Unidos no tolerará ataques contra nuestra gente, nuestros intereses o nuestros aliados», señaló el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper.
Los dos soldados estadounidenses y el británico fallecieron en un ataque del miércoles por la noche con cohetes Katiusha contra la base militar de Tayi, a unos 30 kilómetros al norte de Bagdad.
Este tipo de ataques se intensificó después del asesinato a principios de año del comandante iraní Qasem Soleimaní en un bombardeo selectivo de EE UU en Bagdad, aunque han disminuido en las pasadas semanas.
En el marco de esa escalada de tensión en enero entre Washington y Teherán en suelo iraquí, Irán también atacó con misiles instalaciones con presencia de tropas internacionales sin provocar víctimas mortales.
El Gobierno de Irak denunció los bombardeos llevados a cabo por Estados Unidos en respuesta a un ataque con cohetes en el que murieron tres miembros de la coalición internacional, una acción que causó seis bajas iraquíes y que consideró una violación a su soberanía.