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Bolsonaro mete en su gobierno a un pastor evangélico y a un allegado

La Corte Suprema de Justicia ordena investigar al presidente de Brasil por sus injerencias

Un partidario de Bolsonaro, ayer por las calles de Brasilia. FERNANDO BIZERRA

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León

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Un pastor evangélico de corte técnico que estudió en España y un allegado al clan familiar fueron nombrados ayer por el presidente Jair Bolsonaro como los nuevos responsables del Ministerio de Justicia y de la Policía Federal de Brasil, respectivamente.

André Luiz de Almeida Mendonça, de 47 años, reemplaza en la cartera de Justicia y Seguridad Pública al exjuez Sergio Moro, quien renunció el viernes pasado tras el cese de Mauricio Valeixo, entonces director de la Policía Federal, en una decisión que para el exministro tuvo «interferencias políticas» de Bolsonaro.

Valeixo fue sustituido por Alexandre Ramagen -hombre de confianza, no sólo del mandatario, sino de todo el clan Bolsonaro- y con el que el líder ultraderechista espera tener la comunicación que no consiguió con su antecesor.

En una decisión que podría considerarse como salomónica, Bolsonaro evitó a última hora nombrar en los dos cargos a personas cercanas a sus afectos, sonaba para ministro un alto cargo de su extrema confianza, Jorge Oliveira. Sin embargo, las acusaciones públicas de Moro han podido modular la decisión del presidente, sobre todo después de que la Corte Suprema haya autorizado una investigación sobre las declaraciones de Moro contra el mandatario.

André Luiz de Almeida Mendonça, abogado de 47 años, nació en la ciudad de Santos, ubicada en Sao Paulo, el estado más poblado e industrializado, donde creció junto a una familia de tradición religiosa.

Graduado en derecho en 1993 en la Facultad de Derecho de Bauru (Institución Educativa de Toledo), Mendonça completó una especialización en derecho público en la Universidad de Brasilia y realizó una maestría de la Universidad de Salamanca (España), con una disertación sobre la corrupción y el Estado.

También estudió Teología en la Universidad de Londrina y, aunque es pastor de la Iglesia Presbiteriana Esperanza, el nuevo ministro de Justicia no está auspiciado por ningún líder religioso y tiene una postura moderada.

Quienes lo conocen, lo consideran una persona ecuánime, tranquila y siempre sonriente.

Comenzó su carrera como abogado de la estatal petrolera Petrobras y, a partir del año 2000, entró a la Oficia de Abogacía del Estado, donde fue ascendiendo hasta comandar la entidad, cargo al que llegó en el 2019.

LA POLICÍA FEDERAL PARA EL CLAN

Alexandre Ramagem, quien se desempeñaba como director general de la Agencia de Inteligencia de Brasil (Abin), está considerado como el hombre de confianza que siempre quiso Bolsonaro en la Policía Federal, dependiente del Ministerio de Justicia y encargada de cursar investigaciones de grande porte.

Este abogado de 48 años ingresó en 2005 a la Policía Federal y tiene experiencia en investigaciones contra el narcotráfico y desde Río de Janeiro hizo parte del equipo de la «Lava Jato», la mayor operación anticorrupción en la historia de Brasil que lideró precisamente el propio exministro Moro cuando era juez federal.

Bajo la coordinación de Ramagem también estuvo la seguridad de eventos de gran magnitud como los Juegos Olímpicos de Río (2016) o el Mundial de fútbol de Brasil (2014),

No obstante, ganó puntos para ser director de la Policía Federal, con una carrera relativamente corta en esa corporación, por ser jefe de seguridad de Bolsonaro cuando fue candidato presidencial en 2018.

Sus caminos se habían unido debido al atentado a cuchillo que sufrió Bolsonaro en un acto en Juiz de Fora (Minas Gerais) en septiembre de 2018. Después de ese episodio, que supuso un antes y un después en aquella campaña, Ramagem pasó a liderar las operaciones alrededor de la seguridad del líder ultraderechista.

Desde entonces, se convirtió en amigo no solo del líder ultraderechista, sino de sus hijos, tres de los cuales (el diputado Eduardo federal, el senador Flávio y el concejal de Rio de Janeiro Carlos) están salpicados por investigaciones judiciales.

Los medios locales han publicado una foto en la que Ramagem posa sonriente junto a Carlos Bolsonaro y otros amigos en una celebración de Nochevieja de 2019.

El nombramiento de Ramagem es visto con reservas en la Policía Federal por las declaraciones de Moro, quien dijo que Bolsonaro quería a alguien en la corporación que le proporcionara información, cuando supo que el mandatario había despedido a Valeixo, entonces jefe de esa corporación.

El mismo presidente ha reconocido que quería alguien en la dirección de la poderosa Policía Federal a quien «pudiese llamar» para informarse sobre actividades de inteligencia y ha negado haberse inmiscuido en investigaciones en curso. El exministro Moro ha dado a entender que la «interferencia» en los nombramientos pretendía frenar una serie de investigaciones judiciales que comprometerían a tres de los hijos de Bolsonaro: el diputado federal Eduardo, el senador Flávio y el concejal de Río de Janeiro Carlos.