El caso Navalni tensiona las relaciones entre Berlín y Moscú
Alemania reclama al gobierno de Putin que aclare qué ocurrió con el opositor ruso, aún en coma
El opositor ruso Alexei Navalni permanece en coma en un hospital berlinés, después de que se conocieran los resultados de los primeros exámenes que refuerzan la tesis del envenenamiento, y el caso amenaza con crear una nueva perturbación en las relaciones germano-rusas.
El ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, dijo ayer desde Atenas donde se encuentra de visita, que Rusia debe tener interés en aclarar el caso y dar muestra de que ha aprendido las lecciones de otros incidentes que causaron irritaciones en las relaciones entre Berlín y Moscú.
«Es un caso grave y en vista de la importancia que tiene el señor Navalni para la oposición rusa hay que hacer todo para encontrar la verdad», dijo Maas. «En vista de otros incidentes que hemos vivido como el asesinato del Tiergarten o el hackeo a los ordenadores del Bundestag el Gobierno ruso haría bien en mostrar que ha aprendido la lección», agregó.
Maas aludía con ello a un asesinato perpetrado en pleno centro de Berlín detrás del cual la Fiscalía alemana considera que estuvo el régimen ruso y a un caso de ciberespionaje. Según Maas, ahora Rusia, contribuyendo a aclarar lo ocurrido con Navalni, podría mostrar que tiene interés en mantener buenas relaciones con Alemania y con la UE.
Ya anteriormente, en un comunicado, el Gobierno alemán había pedido cooperación a Rusia aunque en un tono más diplomático que el de las declaraciones del ministro que se produjeron después de que Moscú rechazará que hubiera necesidad de investigación alguna.
Los médicos del hospital universitario de La Charité, tras una primera serie de exámenes, llegaron a la conclusión de que Navalni había sufrido una intoxicación con una sustancia inhibidora de la colesterasa.
Al grupo de los inhibidores pertenecen, entre otros, el nowitschok, un producto sintético de invención rusa, y el paratión, o E 605, utilizado como insecticida y que, según el toxicólogo Thomas Daldrup de la Universidad de Düsseldorf, fue utilizado hasta los años 80 por suicidas en Alemania. Daldrup, en declaraciones al portal t-online, se mostró sorprendido de que el diagnóstico no hubiera sido realizado ya en el hospital siberiano donde Navalni fue tratado de urgencia.