Londres amenaza con anular puntos clave del acuerdo del ‘brexit’
El órdago de Boris Johnson se produce un día antes de que se retomen las negociaciones
El Gobierno británico prepara un texto de legislación que podría anular partes del acuerdo de retirada de la Unión Europea (UE) alcanzado en 2019, algo que amenaza con perjudicar las negociaciones comerciales entre Londres y Bruselas. Esta información, adelantada por el diario «Financial Times», ha coincidido con el ultimátum dado por el primer ministro británico, Boris Johnson, para que Londres y Bruselas lleguen a un acuerdo sobre su futura relación comercial para este 15 de octubre; de lo contrario su país concretará la desconexión del bloque europeo sin pacto cuando termine el periodo de transición el 31 de diciembre.
Las amenazas del Ejecutivo conservador salen a la luz antes de que empiece hoy otra ronda de conversaciones entre el negociador británico, David Frost, y el del club comunitario, Michel Barnier.
Las negociaciones no han conseguido hasta ahora avances debido a las dificultades para superar los asuntos más espinosos, como el acceso de la flota pesquera comunitaria a las aguas británicas. Este miércoles, el Gobierno espera introducir en el Parlamento la controvertida legislación -denominada Proyecto de Ley del Mercado Interno— que puede llegar a anular aspectos clave del acuerdo de retirada sellado con la UE, que despejó el camino para la salida oficial del Reino Unido de la UE el pasado 31 de enero.
Aunque ese proyecto aún tiene que ser aprobado por el Parlamento, contempla la posibilidad de eliminar la obligación legal sobre los subsidios estatales y las aduanas con Irlanda del Norte.
En concreto, la ley podría eliminar la obligación del Reino Unido de controlar las mercancías que pasan de Gran Bretaña a Irlanda del Norte, como parte del acuerdo alcanzado con la UE para evitar una infraestructura fronteriza entre esa provincia y la República de Irlanda, a fin de no perjudicar el proceso de paz norirlandés.
El citado proyecto de ley está pensado para asegurar un funcionamiento sin contratiempos del comercio entre Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte una vez que el Reino Unido salga del mercado único y la unión aduanera a final de año, cuando termina el actual periodo de transición (también llamado de implementación). La posibilidad de dar marcha atrás al acuerdo de salida ha sido recibida con inquietud por parte de algunos sectores políticos, como el pro-europeo Partido Nacionalista Escocés (SNP), cuyo líder en la Cámara de los Comunes, Ian Blackford, alertó de que un «Brexit duro», sin acuerdo comercial con la UE, puede ser «devastador para Escocia porque castigará al mercado laboral de la región y toda la economía escocesa.