Libia abre la posibilidad de un alto el fuego con la apertura de rutas aéreas y terrestres
Líderes militares de los dos bandos del conflicto libio reunidos en Ginebra acordaron la reapertura de todas las rutas terrestres del país así como de importantes enlaces aéreos nacionales, anunció ayer la mediadora de Naciones Unidas en las negociaciones, Stephanie Williams.
«Ambas partes han llegado a un acuerdo en importantes cuestiones que directamente afectarán a las vidas y el bienestar del pueblo libio», subrayó Williams, jefa de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas para Libia (Unsmil), en rueda de prensa.
Representantes militares del Gobierno del Acuerdo Nacional y del Parlamento libio, enfrentados desde 2014, acordaron que coordinarán la protección de las nuevas rutas terrestres abiertas, entre ellas la carretera costera entre las ciudades de Misrata y Sirte, ciudad que se encuentra en la línea que divide el terreno controlado por las dos facciones.
Otras rutas en las que se coordinará la vigilancia unirán importantes núcleos de comunicaciones en el centro y sur del país, región esta última donde «la situación ha sido especialmente desesperada, ya que estuvo tradicionalmente olvidada y privada de servicios básicos como el suministro de combustible», señaló Williams.
En este sentido, los líderes militares reunidos en Ginebra también acordaron la apertura de vuelos en el país, y muy especialmente enlaces con Sebha, principal ciudad del Fezzan, la región suroeste del país.
Ambas partes también coincidieron en la necesidad de «acabar con el uso de retórica inflamatoria en los medios de comunicación y con el discurso del odio» en redes sociales, por lo que urgieron a las autoridades judiciales a tomar medidas para perseguir estas actitudes «garantizando al mismo tiempo la libertad de expresión».
Williams también informó de que las dos partes acordaron mantener el actual cese de hostilidades tras un año 2019 marcado por la ofensiva militar del mariscal Jalifa Hafter contra Trípoli, y continuar las negociaciones ya iniciadas para el intercambio de prisioneros.
Finalmente, el Gobierno de Trípoli y el Parlamento de Tobruk avanzaron en reestructurar la seguridad en torno a los pozos petrolíferos del país para reanudar la producción completa de crudo en Libia, subrayó la mediadora.
Williams señaló que los acuerdos alcanzados hoy culminan las negociaciones que ambas partes habían iniciado el pasado mes en la ciudad egipcia de Hurgada y que se producen en un contexto relativamente positivo en Libia, que ha permitido incluso la celebración de elecciones a nivel municipal.
Ginebra acoge esta semana la cuarta ronda de reuniones de la llamada Comisión Militar Conjunta 5+5, por los cinco representantes de los dos ejércitos en conflicto.
Se trata de la rama militar de un proceso de paz que también incluye otros dos foros de negociación, uno económico, en Berlín, y otro político.
La guerra civil libia enfrenta al Gobierno del Acuerdo Nacional, reconocido por la ONU y con sede en Trípoli, y al Parlamento que, con sede en Tobruk, controla buena parte del territorio nacional mediante las milicias encabezadas por Hafter, hombre fuerte de Muamar al Gadafi en los años 70 y 80, quien, tras huir a EE UU en 1989, fue el principal líder opositor en el exilio.
En realidad, desde la caída del dictador en 2011, cuando la Otan contribuyó a la victoria de los heterogéneos grupos y milicias rebeldes que disputaban el poder de Al Gadafi, el país es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil.