El Pentágono elabora ya previsiones sobre las víctimas de una posible confrontación nuclear con Pakistán
EE.UU. ordena la evacuación de sus embajadas y ciudadanos en la India
La tensión entre India y Pakistán ha llegado a tales niveles que el Gobierno estadounidense ha aconsejado a sus ciudadanos abandonar el país
Se estima que en India hay unos 60.000 ciudadanos estadounidenses y sólo unos miles en Pakistán. En este último país, el Gobierno americano ya había reducido los niveles de su personal ante el temor de ataques por parte de extremistas islámicos. Ahora el Departamento de Estado también «urge» a sus ciudadanos a abandonar India. El secretario de Estado Colin Powell trató de parecer calmado en sus declaraciones de ayer en un programa de radio, pero advirtió que en una situación tan peligrosa como ésta «no se pueden dar garantías acorazadas», dijo el ex general. «Pienso que en este momento ambos se han moderado por las consecuencias que esto podría tener», opinó Powell. «Sería terrible que en el año 2002 viéramos por segunda vez en la historia el uso de armas nucleares». La administración de George W. Bush ha presionado al presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, para que detenga las incursiones en Cachemira. Powell cree que ahora «está dando las órdenes necesarias y tomando las acciones que debe para detener las infiltraciones», declaró. Ese convencimiento no es acorde a los planes de evacuación a los que está contribuyendo el Ejército. A cargo de esta misión está el general del cuerpo de marines Peter Pace, vicepresidente del Estado Mayor, que calificó de «rutinaria» su misión. «Cada embajada del mundo ha desarrollado a través de los años planes de evacuación», contó. «Nosotros, rutinariamente y como parte de esa planeación los revisamos para asegurarnos que son sólidos. Esto es lo que está ocurriendo ahora en Pakistán e India». Por su parte, el departamento de Estado ha dejado claro que prefiere el uso de vuelos comerciales para la evacuación, pero que arreglará vuelos charter y puentes aéreos militares si es necesario. En la Línea de Control, frontera que separa la Cachemira india de la paquistaní, continuaron ayer los duelos de artillería y el fuego de armas automáticas. Según fuentes indias, se registraron dos muertes más, la de un soldado y un civil. Los días de más intensidad en los enfrentamientos fronterizos fueron el miércoles y el jueves, cuando el número de víctimas se contó por decenas. La tensión en la Línea de Control comenzó hace justo dos semanas, pocos días después de que un atentado suicida de extremistas islámicos contra un cuartel cerca de Yamu acabara con la vida de 35 personas, en su mayoría familiares de militares indios. El ministro de Defensa indio, George Fernandes, advirtió el miércoles que otro atentado de los rebeldes cachemires con un alto balance de víctimas será contestado con ataques masivos contra las bases guerrilleras en la Cachemira paquistaní. Islamabad está siendo objeto de fuertes presiones de parte de la comunidad internacional para que erradique los grupos fundamentalistas que cometen acciones terroristas en la Cachemira india. Pakistán, sin embargo, ha preferido tomar la senda de la intimidación efectuando tres ensayos con misiles tierra-tierra de medio y corto alcance, capaces de portar cabezas nucleares. Un responsable del Ministerio de Exteriores indio declaró ayer que el primer ministro, Atal Behari Vajpayee, no tiene la menor intención de reunirse con el presidente paquistaní, Pervez Musharraf, durante la conferencia asiática que tendrá lugar la semana que viene en Kazajstán, a la que asistirán ambos dirigentes. Vajpayee, sin embargo, sí mantendrá un entrevista sobre el conflicto de Cachemira con el presidente ruso, Vladímir Putin. Moscú propuso la semana pasada, coincidiendo con la visita a Rusia del presidente estadounidense, George W. Bush, que Vajpayee y Musharraf se entrevisten para dirimir las diferencias existentes entre ambos países sobre Cachemira por la vía de la negociación.