Chávez asegura que había orden de matarlo tras el golpe de Estado

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, denunció ante la Comisión Política que investiga la ruptura del orden constitucional del mes de abril que había orden de matarlo. Compareció en el Palacio de Miraflores ante legisladores que indagan sobre los sucesos del 11 de abril y los días siguientes en los que prosperó y fracasó el golpe. Antes del turno de preguntas, Chávez aseguró que «no hay intocables» en su país, y pidió descubrir a los autores intelectuales y materiales del golpe «sean quienes fueran». Sostuvo que el levantamiento contó con el «apoyo desmedido e ilimitado de los medios de comunicación». En las ocho horas largas que duró el encuentro, explicó que ordenó activar el Plan Ávila, para controlar la marcha que se dirigía al palacio presidencial. A la mayoría de los diputados opositores, quienes se negaron a acudir a la vista, les molestó que esta declaración no se efectuara en la sede del Poder Legislativo y que tampoco tuviera carácter de interpelación. Si participaron 16 diputados, 14 oficialistas y dos opositores. Dado que el encuentro se prolongó desde las siete de la tarde del viernes hasta las cuatro de la madrugada del sábado, siete de los legisladores renunciaron a formular preguntas. Al borde de la tumba Chávez, de traje y corbata y un lápiz en su mano izquierda, marcaba los puntos conforme iba mencionándolos. El presidente aseguró que la noche del viernes, una vez apartado del poder, los golpistas tenían orden de asesinarlo. «La orden de matarme la dieron», dijo antes de reconocer: «Estuve al borde de la tumba». No identificó, sin embargo, a quienes ordenaron llevarlo a «un sitio lejano y solitario» y allí asesinarlo. El jefe del Estado, sostuvo que la mayoría de los militares del país defienden la Constitución y la democracia y, aunque aceptó que hay en las fuerzas armadas «pequeños grupos de disconformes», negó que haya malestar «superior al normal... en verdad no lo hay». Chávez, de 47 años, aseguró que ya en 1998, se había organizado un golpe de Estado para «tratar de evitar lo inevitable», es decir, cuando arrolló al ganar la presidencia. En estos tres años, Chávez es el mandatario que más elecciones ha ganado, sin embargo, amplios sectores de la sociedad venezolana se enfrentaron con él, más por sus formas autoritarias que por el fondo de sus leyes, ajustadas al contexto de la economía globalizada. El presidente venezolano también aceptó que el detonante de la crisis que lo alejó 48 horas del poder y que dejó más de 50 muertos fue el conflicto con la empresa Petróleos de Venezuela, aunque estimó que de no haber sido ese, hubiera sido por otra cosa. «La marcha fue un instrumento macabro de los golpistas».