El Ejército israelí intensifica las acciones de castigo en todos los territorios y detiene a cientos de palestinos
La UE presiona a Israel para que haya Estado palestino en un mes
La Unión Europea quiere que de la próxima Conferencia sobre Oriente Próximo salga una fecha para el establecimiento de un Estado p
En la práctica, esta posición significa que el Estado sionista se reserva el derecho de veto sobre todo lo que no le interese. La visión israelí de la comunidad internacional es la de una vaca lechera a la cual puede exprimir y que no se debe inmiscuir en el conflicto sin su permiso, digan lo que digan los palestinos. Solana, que ayer se entrevistó con Ariel Sharon, manifestó que la Conferencia deberá estar basada en tres elementos: la Conferencia de Madrid de 1991, las resoluciones del Consejo de Seguridad y la iniciativa de paz saudí que se presentó en marzo en Beirut. Estos tres elementos se encierran en uno: la aplicación de las viejas resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad que exigen una retirada de los territorios ocupados en 1967, es decir, paz a cambio de territorios. Si no se cumple esta condición no podrá haber paz en la región. La negativa israelí a salir de Gaza y Cisjordania, incluida Jerusalén oriental, no permite abrigar muchas esperanzas. En medios políticos europeos se considera que la Conferencia no servirá de gran cosa, a pesar de lo cual se estima que es mejor convocarla que no hacerlo. Europeos y norteamericanos están encontrando dificultades en fijar la agenda de la Conferencia dado que Israel aspira a que no se adopte ninguna decisión sobre «fronteras, fechas o Estados» que afecte a la situación actual, como señaló Peres, a quien a pesar de su currículo se le considera como un moderado y progresista en Occidente. En los medios políticos europeos se defiende la gestión de Solana argumentando que si el jefe de la diplomacia de los Quince no va más lejos es porque no ha recibido instrucciones en ese sentido del Consejo europeo. La responsabilidad de la parálisis de Bruselas recaería sobre el Reino Unido, Alemania y Holanda, que son los aliados tradicionales de Israel. Sobre el terreno el Ejército sigue operando en varias ciudades palestinas y campos de refugiados. Naplusa, que este domingo vivió su tercer día consecutivo de toque de queda, es la ciudad que más está padeciendo las incursiones militares. Centenares de palestinos han sido detenidos e interrogados por los soldados, especialmente Naplusa. Cerca de Ramala los militares volaron la puerta de una iglesia antigua argumentando que buscaban a sospechosos. El Ejército dijo que los soldados no sabían que era un lugar sagrado.