Antes de entrar, deje su huella dactilar

El Gobierno Bush, que sin duda será recordada por el endurecimiento de sus fronteras en materia de seguridad, anunció el martes otra controvertida medida: miles de ciudadanos musulmanes o de Oriente Medio con visados para permanecer en territorio estadounidense estarán obligados a registrarse en una lista de «individuos procedentes de países con alto riesgo para nuestra seguridad» y dejar su huella dactilar. La medida afecta a cerca de 100.000 extranjeros, desde estudiantes a turistas, trabajadores e investigadores que no tienen residencia permanente. Tal vez para evitar que un pasaporte con visado y huellas digitales concedida en el país de origen pueda «traspapelarse» o ser vendido, los nuevos visitantes que vayan llegando al país deberán dejar sus huellas digitales en el aeropuerto o puerto de entrada y registrarse en el Servicio de Inmigraciones después de 30 días en territorio estadounidense. La propuesta, que sería mirada con buenos ojos por la administración del presidente George W.Bush, en cambio está siendo estudiada con cautela por el Departamento de Estado ya que podría provocar reacciones diplomáticas negativas en los aliados árabes de los Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo. Grupos de defensa de los ciudadanos de países árabes o musulmanes salieron ya al encuentro de esta propuesta a la que califican de discriminatoria y estimuladora del racismo. Por su parte, el Comité de Inteligencia del Congreso afirmó ayer que se enfrentan a un exceso de material para analizar. Sin embargo, también dejaron claro que eso no será obstáculo para investigar a fondo los fallos de los servicios de inteligencia norteamericanos, revisarán material de hasta 1986 y examinarán lo que hizo cada una de las administraciones republicanas o demócratas sobre terrorismo.