La política de Barroso sufre fuertes críticas en Portugal

Apenas dos meses después de iniciar su andadura como primer ministro luso, José Manuel Durao Barroso afronta ya duras críticas y fuerte oposición a su programa de contención del gasto, que se concretaron ayer en una manifestación de 5.000 funcionarios en Lisboa. Además, el diario «Público» anunció ayer que la mayoría de los jueces del Tribunal Constitucional luso se pronunciaron el jueves contra la polémica ley que alteró en mayo pasado el reglamento de la estatal Radio Televisión Portuguesa (RTP) y quitó poder al Consejo de Opinión de esa emisora para vetar a los directivos nombrados por el Gobierno. Los sindicatos han convocado también para el próximo 20 de junio una jornada de lucha contra los recortes del gasto público incluidos por el Ejecutivo en su ley de rectificación del presupuesto del Estado para este año, de cuya constitucionalidad duda la oposición de izquierda en pleno. Pese a lo cual, Durao Barroso no dudó en declarar que el gobierno «está preparado para hacer frente a las protestas», que «la huelga no es siempre el mejor medio para defender el interés de los trabajadores» y que seguirá con su programa de recortes porque no queda otro camino para Portugal.