El medio y el mensaje

Para decir, de una vez por todas, que Israel no volverá a las fronteras de junio-67 el general Sharon ha recurrido al mismo procedimiento que utilizó el príncipe Abdallah para anunciar su plan de paz: las páginas del «New York Times». El heredero saudí se lo dijo al periodista William Safire el 17 de febrero y el primer ministro israelí publicó un artículo el domingo... En el caso de la propuesta (completa retirada contra reconocimiento político y seguridad) se precisó después y se convirtió en la posición oficial árabe en la «cumbre» de Beirut a finales de marzo. En el caso del texto elaborado por Sharon no tiene tal carácter porque hay propuestas alternativas (plan Ben Eliézer, movimiento Beilin, pacifistas etc.), pero a los efectos de hoy ese criterio no sólo puede resumir bien lo que están dispuestos a hacer tal vez más de la mitad de los israelíes, sino que, sencillamente, liquida el esfuerzo convergente por parte árabe. La entrevista de Ariel Sharon con Georges Bush (pedida por el primero, que vio un horizonte de iniciativa norteamericana no muy estimulante) sigue a la visita a Washington del presidente Mubarak, el otro pilar de los intereses americanos en la región, quien fue portador de un plan que era el saudí-árabe con matices, calendarios más favorables para Israel, aplazamientos de hecho y algunas cosas más. Fue rechazado, que se sepa, porque rechazada fue, en concreto, su propuesta de reconocer un estado palestino a principios del año próximo... La versión pro-israelí de los medios de comunicación americanos la resumió muy bien la Casa Blanca cuando dijo que la conversación con primer ministro israelí, Sharon, era necesaria antes de adoptar determinadas decisiones políticas. Una fórmula amable que revelaba, sin embargo, cierta aprensión en los medios nacionalistas de Israel: temor a una declaración por parte norteamericana que se basara en el principio de paz por territorios. Ariel Sharon, con una claridad sin precedentes, ha dicho que no. Y los medios ultrasionistas, mientras tanto, han iniciado una importante campaña de anuncios en la prensa contra Colin Powell, el más moderado Secretario de Estado. La entrevista, pues, estaba hecha antes de celebrarse. De parte israelí tenía la clara intención de advertir a Washington de que ni Israel ni los medios judíos en los Estados Unidos aceptarán algo que no les convenga... aunque venga de la mismísima Casa Blanca.