La OIEA advierte que todos los países tienen capacidad suficiente para crear bombas radiactivas
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) denunció ayer que «en casi todos los países» hay material para crear una «bomba sucia», un artefacto cuya detonación dispersa material radiactivo. A ello hay que añadir que más de un centenar de países «parecen tener programas inadecuados de control y gestión para evitar e incluso detectar el robo de esos materiales, destaca en un informe el OIEA, agencia especializada de la ONU con sede en Viena. El OIEA señala que aunque las fuentes radiactivas «se cuentan por millones, sólo un pequeño porcentaje tiene fuerza suficiente para originar daño radiológico grave» e insta a que se considere a estas últimas «una prioridad». Algunas de las fuentes radiactivas identificadas por el OIEA como «de las más significativas desde el punto de vista de seguridad y protección» por contener grandes cantidades de material radiactivo son el cobalto-60, el estroncio-90, el cesio-137 y el iridio-192, usados en generadores termo-eléctricos y radioterapia. En opinión del director general del OIEA, Mohamed El Baradei, «lo que se necesita es un control, desde el nacimiento hasta la muerte, de las fuentes poderosas para protegerlas del terrorismo o el robo». «Una de nuestras prioridades es apoyar a los Estados a crear y reforzar infraestructuras nacionales para garantizar que esas fuentes están reguladas de forma apropiada y protegidas de forma adecuada todo el tiempo», afirmó el alto responsable, que dijo que muchos carecen de medios para ejercer un control efectivo. En este sentido, El Baradei subrayó que las fuentes radiactivas «huérfanas» -las que están fuera del control regulador oficial- son «un fenómeno extendido en los nuevos Estados independientes» surgidos de la antigua Unión Soviética. Incluso la Comisión Reguladora Nuclear de EE.UU. ha informado de que empresas estadounidenses han perdido el rastro de casi 1.500 fuentes radiactivas en el país desde 1996 y más de la mitad nunca han sido recuperadas. A pesar de que en la Unión Europea (UE) un estudio considera que cada año unas 70 fuentes se escapan del control regulador en su territorio y que 30.000 fuentes en desuso almacenadas de forma privada pueden escaparse del control regulador, la mayoría no supondrían una amenaza radiactiva de importancia,