Un padre ruso esperó por su familia hasta 6 horas en El Prat
La vida depara historias espeluznantes. El accidente de aviación del sur de Alemania en el que fallecieron 71 personas revela situaciones estremecedoras como la que vivió un ciudadano con nacionalidad española pero de origen ruso. El hombre, que ronda la cincuentena, reside en Blanes, una localidad de la Costa Brava de Girona que es un foco de atracción turística. Su familia -sus dos hijos y su esposa- debían aterrizar en Barcelona tras coger el Tupólev 154 que partía desde Moscú y se accidentó en el sur de Alemania. Su estancia en el aeropuerto del Prat se alargó trágicamente. El hombre esperaba tranquilamente a medianoche la llegada del avión cuando se enteró de la noticia. Miembros de Iberia, la compañía encargada de realizar la facturación del equipaje, le comunicaron el siniestro aunque lo hicieron de forma no oficial. Acto seguido, acompañaron al hombre a una sala del aeropuerto. Su caminar era lento, necesitaba ser sujetado por un miembro de Iberia, y su rostro derramaba lágrimas de desesperación. La espera resultó demasiado larga. Tras más de seis horas tratando de recibir noticias fiables sobre lo sucedido, recibió la más triste. El avión accidentado era el mismo en el que viajaba su familia. Horas y horas de dolorosa espera.