Bruselas señala que el proyecto de cielo único mejoraría la seguridad del transporte aéreo
El accidente aéreo sobre el lago Constanza llevó este jueves a portavoces de la Comisión europea a reafirmar la necesidad de poner a punto un Espacio Aéreo Único para la Europa comunitaria y zonas adyacentes, un proyecto que tropieza con serias reticencias entre los Estados miembros, así como en colectivos vinculados al sector, como es el caso de los controladores, que hace apenas medio mes hicieron huelga contra el plan. Gilles Gantelet, portavoz de la vicepresidenta de la Comisión y comisaria de Transportes, Loyola de Palacio, entró en la polémica suscitada por el accidente, al señalar que una reglamentación común para el conjunto de la UE, del estilo de la pretendida con el proyecto de cielo único europeo, mejoraría los niveles de exigencia para los operadores del sector, tanto en tierra como en el aire. Sin atribuir responsabilidades por el accidente, el portavoz aseguró estar convencido de que hay compañías aéreas que dicen satisfacer determinados requisitos técnicos de seguridad que, en realidad, no cumplen. La certificación de vuelo para las aeronaves de aviación civil las proporcionan las autoridades internacionales habilitadas para hacerlo, en estrecha conexión con las empresas fabricantes. Certificaciones La comprobación de estas certificaciones es relativamente fácil en Estados Unidos o en la Unión Europea, donde se aplican al medio las tecnologías más avanzadas dentro de estructuras de control complejas y muy costosas. En otras áreas del mundo con industria aeronáutica avanzada, como Rusia o China, las garantías de que los aparatos en vuelo respetan las especificaciones oficiales de fabricación son más difíciles de verificar. El mismo día del accidente, Eurocontrol emitió un comunicado de prensa asegurando que los dos aviones comprometidos, tanto el Tupolev-154 de Bashkirian Airlines, como el Boeing 757 de DHL, satisfacían los requisitos para operar en un espacio aéreo como el europeo, en el que la separación vertical entre pasillos de vuelo se ha reducido este año a la mitad (concretamente a 300 metros), para aumentar la capacidad de transporte del medio.