Sin rastro de los cuerpos por el ataque estadounidense en el sur de Afganistán

Un equipo de investigadores estadounidenses trabajó ayer, sin éxito, en el sur de Afganistán para intentar encontrar posibles cadáveres de afganos muertos durante un ataque militar llevado a cabo por Washington el pasado domingo, informaron fuentes oficiales. Según testigos oculares afganos, ese ataque podría haber dejado un saldo de 40 muertos y más de 100 heridos. «Los investigadores han analizado rastros de sangre en el suelo y casquillos de bala incrustados en algunas paredes, examinaron una clínica, pero no encontraron tampoco tumbas ni gran cantidad de heridos», informó la emisora CNN. Según algunas fuentes locales, las víctimas mortales habrían sido enterradas en otra parte. En el hospital situado en las cercanías de la población afectada, Kabarak, sólo se han tratado algunos heridos, mientras que más de 90 fueron trasladados a Kandahar, aseguraron los médicos. Según informa el canal de noticias, algunos estadounidenses se mostraron sorprendidos por el hecho de que el hospital haya dispuesto de medios de transporte para tantas personas. El Pentágono (Departamento de Defensa) aseguró que en la operación militar se produjeron 21 heridos «que podrían estar relacionados con el ataque aéreo (estadounidense)», de acuerdo con el jefe de operaciones Gregory Newbold, del Estado Mayor. Por otra parte, cerca de un centenar de afganos protestaron ayer ante la sede de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas para Afganistán (Unama) en Kabul por el ataque de Estados Unidos. Los manifestantes, de la Coalición Frente para la Unidad y la Democracia, recientemente creada, exigieron el final de la matanza de civiles y una compensación para las víctimas del ataque del domingo pasado en la provincia de Uruzgan, en el sur de Afganistán, por parte de fuerzas estadounidenses. «Estados Unidos debe dejar de matar a civiles. En Afganistán ya hemos sufrido bastante», declaró Mariam, una de las mujeres que participaron en la referida protesta. Otra mujer, Tayeba, quien pudo ingresar al recinto de la Unama, aseguró que el grupo «apoya la lucha de la coalición internacional contra el terrorismo y para erradicar a los núcleos de resistencia talibán y de Al Qaida», pero pidió que se ponga fin a la muerte de civiles.