Las tensiones raciales se reavivan tras la paliza de un policía a un negro

Blancos y negros volvieron a mirarse ayer con desconfianza en Los Ángeles, al hacerse público un vídeo doméstico que prueba lo injustificado de la violencia que el agente Jeremy Morse y sus compañeros emplearon el pasado sábado contra un adolescente de color. Afortunadamente, sólo la polémica verbal se apoderó esta semana de Estados Unidos tras la emisión del video en el que se mostraba el maltrato recibido por el joven de 16 años Donovan Chavez a manos de un policía de raza blanca en el condado de Inglewood, situado en el estado de Los Angeles. Las imágenes, recogidas por un video aficionado de Mitchell Crooks desde el motel situado frente a la gasolinera donde ocurrieron los hechos, reflejaban la violencia con la que el oficial Jeremy Morse trató al joven Chavez, una vez consiguió tenerlo inmovilizado y esposado. El adolescente Donovan Jackson, de 16 años de edad, acompañaba a su padre, Coby Chavis, en el momento en que éste se detuvo para poner gasolina en una estación de Inglewood (Los Ángeles), cuando la policía se acercó a interrogarle por tener la matrícula vencida. Varias versiones A partir de aquí es donde difieren las versiones. Según la versión policial, el día de los acontecimientos Chavez, que estaba con su padre echando gasolina, opuso resistencia a la policía cuando se le reclamaron los papeles del coche. Según Chavez y su padre, que aparecieron el pasado lunes en la CNN, ellos no hicieron absolutamente nada para provocar la violencia policial, ni siquiera saben por qué los policías se acercaron a ellos. Para Joe Hopkins, abogado del adolescente, las motivaciones racistas están totalmente claras puesto que uno de los policías que acompañaba a Morse llamó «negro» al joven Donovan. «Vamos a buscar justicia en la corte a menos que recibamos una llamada de las autoridades para arreglarlo sin llegar a un juicio con jurado» aseguró Hopkins. El departamento de policía de Los Angeles, el sheriff del condado y el fiscal del distrito han abierto una investigación. Según se supo ayer, el mismo oficial, que ha sido suspendido cautelarmente, fue acusado hace dos semanas de dejar en coma a otro hombre. El caso fue comparado ayer por las organizaciones de derechos civiles con el de Rodney King, cuya brutal paliza también fue filmada en Los Angeles por un videoaficionado. En aquella ocasión los policías implicados fueron declarados inocentes, sentencia que provocó los disturbios de 1991. La revisión del caso llevó después a su condena. Precisamente ayer se esperaba en Nueva York la segunda sentencia que se emite contra Charles Schwartz, un oficial acusado de complicidad en el caso Louima, y que hace un año fue declarado inocente. Abner Louima, que fue sodomizado en una comisaría neoyorquina en 1997 a manos de varios policías, recurrió aquella sentencia y ayer esperaba la decisión del jurado.