Cerrar

Celebración de la Cumbre del Mar Negro

Putin y Chirac quieren que Moscú y París sean los pilares de Europa

Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Francia, Jacques Chirac, apostaron ayer en su cumbre del Mar Negro por un nuevo ímpetu en las relaciones de París y Moscú, acorde con su papel de «pilares» de la

Putin y Chirac bromean durante la comida en el balneario de Sochi

Publicado por
Juan Antonio Sanz - MOSCU.
León

Creado:

Actualizado:

En el idílico escenario de la ciudad balneario de Sochi, en la costa este del Mar Negro, Putin y Chirac hicieron votos de amistad personal e identificaron a París y Moscú como «pilares» de la nueva arquitectura de seguridad europea. Rusia y Francia ya han acordado la creación de un Consejo de Seguridad Conjunto que refuerza la tradicional independencia gala a la hora de buscar sus aliados en la escena mundial y consolida la apuesta pro occidental de Putin. Según el Kremlin, los dos presidentes prolongaron hasta bien avanzada la noche sus conversaciones, centradas en las relaciones políticas y económicas galo-rusas, en la situación en Oriente Medio y Afganistán, y las posibilidades de cooperación estratégica. Experiencia Putin considera a Chirac como «la figura política con más experiencia en Europa y una persona capaz de ver con una antelación de años las prioridades de la arquitectura mundial», señaló ayer el jefe de la Administración presidencial rusa, Serguéi Prijodko. Los parabienes del Kremlin hacia el presidente galo no podían ser para menos, pues Chirac dio un inesperado espaldarazo a Rusia en el espinoso asunto del enclave ruso de Kaliningrado, una de las cuestiones de fricción más importantes con la Unión Europea. Kaliningrado, la antigua Konisberg alemana arrebatada por la Unión Soviética al fin de la II Guerra Mundial, está situada entre Lituania y Polonia, y se convertirá en un enclave ruso dentro de la UE cuando esos dos países se adhieran pronto a la organización. Chirac señaló como «inconveniente» la exigencia de visado a los habitantes de Kaliningrado «para desplazarse de una parte de Rusia a otra», como parte de las exigencias de entrada en la Unión europea de Lituania y Polonia. Según el Kremlin, Francia también demostró en esta ocasión una mayor «comprensión» hacia Rusia en lo referente al problema de Chechenia, donde dentro de pocos días se cumplirán tres años de una guerra que ha dejado miles de muertos y no tiene visos de solución.