La explosión de Jalalabad se debió a un accidente
La explosión que el viernes destruyó un depósito donde había almacenados explosivos, dejando un saldo de 30 muertos en Jalalabad, en el este de Afganistán, se debió a un «accidente», según confirmó ayer el ministro afgano de Asuntos Exteriores, Abdulá Abdulá. «Los resultados de las investigaciones efectuadas por las autoridades locales demuestran que se trata de un accidente», declaró el ministro durante una rueda de prensa ofrecida junto a su homólogo indio, Yashwant Sinha, en su visita oficial a Kabul. El director del lugar donde se produjo la explosión también declaró en Jalalabad que se trataba de «un accidente» y no de un atentado, como habían temido las autoridades. Esta fuerte explosión destruyó un depósito en las afueras de Jalalabad donde había almacenados explosivos pertenecientes a una organización no gubernamental afgana que trabaja en la construcción de carreteras. «Fue un accidente», explicó Habib Rashman, director de la oficina regional de la Unidad Afgana de Construcción y Logística (Aclu). «Lamento lo que pasó, por las víctimas, por Jalalabad y por nuestro prestigio», agregó Rashman, quien señaló que 35 cajas, cada una con 25 kilos de dinamita, habían explotado como consecuencia del intenso calor del verano o de un problema eléctrico. El responsable de la Aclu agregó que esta ONG, especializada en obras públicas, trabaja desde principios de los 90 en el país «sin ningún problema». «Siempre intentamos hacer lo que podemos en materia de seguridad», aseguró. El origen de la explosión, que dejó además cerca de 90 heridos, había dado lugar a hipótesis contradictorias desde el pasado viernes. El comandante militar de la provincia de Nangarhar, cuya ciudad principal es Jalalabad, Hazrat Alí, declaró estar «seguro al cien por cien» de que se trataba de un atentado terrorista.