Los dos Gobiernos se acusan mutuamente de no ejercer un control suficiente en su propio territorio
Afganistán y Pakistán se culpan de la reorganización de Al Qaida
Islamabad y Kabul se responsabilizaron mutuamente estos dos últimos días de la posible reorganización de la red terrorista Al Qaida y de su incapa
Ayer por la mañana, el ministro afgano de Defensa, Mohamed Qassim Fahim, calificó las declaraciones del general Musharraf de «irresponsables» y aseguró que su Gobierno controla la totalidad de Afganistán. «No creo que hayamos visto ningún elemento que pueda ser calificado de resurrección de Al Qaeda», declaró por su parte un portavoz de los militares estadounidenses en Afganistán, el teniente coronel Roger King, al mismo tiempo que reconoció que podría haber un aumento, a pequeña escala, de la actividad de la red de Bin Laden en los dos próximos meses. Responsabilidad compartida Por su parte, el general Fahim estimó que «si Al Qaeda y los talibán se reorganizan, lo harán en la frontera sureste de Afganistán» y que «en los dos lados de la frontera hay zonas en la que los talibán y Al Qaeda mantienen contactos». El vicepresidente afgano declaró que, en su opinión, «el mulá Omar (el jefe supremo de los talibán) está vivo». «Osama bin Laden también lo está, probablemente, a pesar de que no tengo informaciones particulares sobre el asunto», añadió. «No tienen refugios específicos en Afganistán donde podríamos encontrarlos», concluyó el ministro, comparándolos con nómadas que se desplazan en las zonas tribales donde los habitantes simpatizan con ellos. El ministro afgano también cree que el Gobierno paquistaní tampoco controla una parte de su territorio. Cientos de combatientes del grupo de Osama bin Laden habrían atravesado la frontera paquistaní a la altura de la provincia de Paktia (sureste), cuando fue lanzada la operación ''Anaconda'' el pasado mes de marzo, la mayor ofensiva de la coalición en diez meses de campaña. «Los paquistaníes reconocieron que existen elementos de Al Qaeda en su territorio», declaró el general McNeill, que añadió que «no me sorprendería saber que, a pesar de no contar con cifras, estos son más numerosos dela se desató esta semana entre los dos países después de que Islamabad manifestara su deseo de que las autoridades afganas liberasen, con ocasión de la fiesta nacional, el pasado lunes, a los prisioneros paquistaníes, que se elevarían a unos 800, según el Ministerio paquistaní de Asuntos Exteriores. El Gobierno afgano sigue examinando el asunto, pero no olvida que el régimen paquistaní apoyó a los talibán antes de realizar un cambio político de 180 grados después de los atentados del 11 de septiembre.