Sharon recrudece las operaciones de castigo en los territorios ocupados
El Ejército de Israel ha recrudecido sus operaciones de castigo contra civiles palestinos en Gaza y Cisjordania, al tiempo que discurría el funeral por los cuatro miembros de la familia palestina muertos. Las operaciones se centraron ayer en la localidad de Rafah, al sur de Gaza, donde otros tres niños resultaron heridos por fuego de soldados israelíes, y en las ciudades cisjordanas de Jenín y Naplusa. Media docena de tanques y excavadoras militares penetraron ayer en la localidad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza en la frontera con Egipto, y destruyeron varias casas y tiendas. Los vehículos militares aparecieron de súbito en la ciudad, una de las más deprimidas de Gaza, y comenzaron a disparar con artillería pesada mientras avanzaban. Las excavadoras derribaron tres casas y cuatro tiendas cerca de los limites de la ciudad mientras los soldados israelíes defendían la destrucción con disparos de artillería pesada. Fuentes de las fuerzas de seguridad palestina dijeron que milicianos palestinos dispararon a los tanques y que la respuesta armada de los soldados israelíes, causó heridas a cuatro residentes de la ciudad, entre ellos, tres niños. También en la ciudad cisjordana de Jenín, excavadoras militares apoyadas por tanques destruyeron varias tiendas, talleres y fábricas en el área industrial de Jenín, muchos de cuyos edificios han sido dinamitados desde la noche del miércoles a la tarde de ayer. Docenas de palestinos que trabajaban en el área industrial de Jenín se han quedado sin trabajo, porque el Ejército impide mediante disparos la entrada a quienes quieren acceder a la zona. En la ciudad cisjoradana de Naplusa, blindados israelíes entraron en el recinto gubernamental palestino («mukata»), donde está la oficina del gobernador, y lo rodearon durante cerca de una hora, antes de disparar contra él varios proyectiles de artillería. Al parecer, los disparos fueron una advertencia para que los palestinos que se hallaban en el interior salieran del recinto. A continuación tropas israelíes entraron en las dependencias de la «mukata» y revisaron sus interiores para confiscar documentos.