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OPINIÓN Javier Fernández Arribas

El tortuoso camino europeo

Publicado por
León

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Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea no defraudaron en la interpretación de su papel en Elsinor, Dinamarca. El regreso de las vacaciones se produjo enfrente del castillo de Kromborg donde William Shakespeare escenificó el tormento de Hamlet. Seguro que Shakespeare no hubiera dudado en detallar con ingenio un guión tan rocambolesco de amor, celos y dentelladas comerciales como el que interpretan los actuales responsables de los países miembros de la Unión Europea y de la administración de los Estados Unidos. Pero sobre todo, los propios protagonistas europeos embarrados en un tortuoso camino de intereses y dependencias con los norteamericanos, pero a la vez hartos de servir de marioneta a los intereses electorales-petrolíferos de un presidente cuya popularidad baja cada día. De momento, la UE se arroga una papel protagonista en la guerra entre israelíes y palestinos con un nuevo plan de paz con Estado palestino ante la inacción norteamericana ocupada en otros aniversarios. Es loable el infatigable esfuerzo europeo porque es imprescindible mantener viva la llama de este tipo de esperanzas, pero sin olvidar que, el mango de la sartén está en manos del primer ministro de Israel, Ariel Sharon, y sus belicosos métodos para arrasar a la Autoridad Nacional Palestina. Los alemanes dirimen su futuro político en las elecciones del próximo 22 de septiembre: ni una broma sobre la reforma agrícola. Eso sí, la UE ha dado un paso adelante mucho más importante de lo que parece y valoran todos los telediarios: se acerca a los ciudadanos y demuestra que sirve para sus intereses con la aprobación de un fondo para atender catástrofes como las inundaciones de este verano. A veces la ''gran política'' nubla la visión y desplaza a un término inferior a la ''política inmediata'', que es la de los ciudadanos, y que al final es la que importa. Al menos cada cuatro años. Los europeos dicen no a una intervención militar en Irak y abogan por la presión diplomática y aplauden una buena idea británica: presión con ultimátum para el regreso de los inspectores de la ONU para comprobar que Sadam Husein no fabrica armas químicas, bacteriológicas y, mucho menos, nucleares, las conocidas como armas de destrucción masiva, que amenazarían sobre todo a Israel. Una negativa de Sadam dejaría sin argumentos a los europeos que quieren parar la atmósfera bélica que esta semana ya ha colocado el precio del barril de petróleo cerca de los 30 dólares. Esta es la principal preocupación.