Los Quince aceptan un plan en tres etapas para un Estado palestino

Los Quince dieron ayer luz verde a un plan de Dinamarca, de tres etapas, hasta la creación en junio de 2005 de un Estado palestino independiente en los territorios situados dentro de las fronteras de 1967 y que tendría Jerusalén como capital, compartida con el Estado hebreo. Según señala la presidencia danesa de la Unión Europea en el texto, esta «guía» debe incluir fases claras hasta junio de 2005, compromisos claros e inequívocos de las partes y el establecimiento bajo los auspicios del «Cuarteto para Oriente Medio» (UE, EE. UU., Rusia y la ONU) de un mecanismo de control en el terreno para garantizar avances y resolver disputas. Etapas El plan europeo consta de tres etapas. La primera, prevista para antes de las elecciones palestinas de comienzos de 2003. En este tiempo se tendrá que llegar a la conclusión de un acuerdo de seguridad palestino-israelí, con un mecanismo efectivo de seguridad y el fin de la violencia, del terrorismo y de la incitación, y con un servicio de seguridad palestino. Ello permitiría a Israel retirarse gradualmente de las zonas autónomas palestinas reocupadas. Israel tendrá que retirarse al menos de las «áreas A» (zonas autónomas bajo control total palestino), levantamiento de bloqueos de carreteras y libertad de movimiento en la preparación de elecciones. La segunda etapa consistirá en la creación de un Estado palestino provisional en agosto 2003. Comenzará tras las elecciones de enero de 2003 y concluirá con un acuerdo sobre la creación de un Estado palestino con fronteras provisionales en agosto de 2003. Se redactará una nueva Constitución palestina. El Estado provisional debería consistir de al menos todas las «áreas A y B» (estas últimas bajo control administrativo palestino pero militar israelí. Un tercio de Cisjordania y Gaza). Finalmente, la tercera etapa concluirá con la creación de un Estado Palestino definitivo en junio de 2005. La Autoridad Nacional Palestina se convertirá en un Gobierno transitorio. Comenzarán entonces las negociaciones sobre estatutos permanentes (Jerusalén, fronteras, asentamientos y refugiados) entre el Gobierno israelí y el Gobierno palestino transitorio. El objetivo sería lograr un acuerdo sobre las líneas siguientes: Las fronteras de 1967 con ajustes territoriales acordados por las partes (intercambio proporcional de territorios) y conexión entre Cisjordania y Gaza. Jerusalén como ciudad capital de ambos Estados. Deberá preservarse y garantizarse la identidad pluralista y universal de la ciudad, y su carácter único, sagrado para las tres grandes religiones monoteístas, así como los Lugares Sagrados.