Diario de León

Anteriormente, y como medida disuasoria, el Ejército hebreo destruyó la casa de los dos parientes

Israel autoriza la deportación de dos familiares de un activista palestino

El Tribunal Supremo de Israel autorizó ayer al Gobierno para que deporte a los palestinos que considere que amenazan la seguridad del Estado. Los n

Kifah, uno de los deportados, tras escuchar la decisión del Supremo

Kifah, uno de los deportados, tras escuchar la decisión del Supremo

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Eugenio G. Gascón - JERUSALÉN.
León

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Los dos residen en el campo de refugiados Al-Askar, cerca de Naplusa, en el norte de Cisjordania, y serán puestos en las próximas horas en la entrada de la franja de Gaza. El periodo de deportación será de dos años. Intisar y Kifah Ayuri son hermanos de Ali Ayuri, un militante de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, las milicias de Fatah, que presuntamente organizó un atentado suicida en Israel 17 de julio que se saldó con la muerte de cinco personas. Los soldados mataron a Ayuri en agosto. En julio el Ejército demolió la casa de los Ayuri, que tenía seis apartamentos, dejando sin hogar a todos los miembros de la familia. El Ejército también considera las demoliciones como «una medida disuasoria». El Supremo da por probado que los dos palestinos que van a ser deportados conocían con anterioridad que su hermano estaba preparando un atentado y no sólo no hicieron nada para evitarlo sino que incluso le ayudaron. Denuncia Varias organizaciones humanitarias han denunciado la decisión argumentando que supone un «castigo colectivo» que penaliza sin motivo a familiares de activistas que no han cometido ningún delito, lo que está en contra de la IV Convención de Ginebra. Además, la misma deportación está prohibida por la legislación internacional. También aquí hay que referirse a la IV Convención, que Israel ha firmado pero no ha ratificado. La Convención prohíbe explícitamente «el desplazamiento forzoso de personas o grupos». Israel viola esa Convención por casi todas partes. Sin embargo, en este punto el Supremo -un tribunal extremadamente politizado y alineado con el sector más tradicional del sionismo- da la razón al ministerio de Defensa, que argumentó que no hay deportación ya que se considera que Cisjordania y Gaza son la misma cosa. «Se trata sencillamente de un crimen de guerra», sentenció el ministro Saeb Erekat. Erekat agregó que los palestinos están considerando solicitar una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU. Por otra parte, los soldados mataron ayer a dos palestinos en Cisjordania. Según un portavoz del Ejército, los soldados vieron que uno de ellos llevaba una arma. Los palestinos sostienen que eran civiles y que estaban desarmados.

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