El Ejército no consigue confesión alguna de Marwan Barguzi, líder de Fatah en Cisjordania
El Ejército israelí intercepta un coche bomba con 600 kilos de explosivos
El Ejército israelí descubrió ayer una furgoneta que transportaba 600 kilos de explosivos y que se dirigía a Israel donde presuntamente se iba a cometer un
La furgoneta, procedente de Cisjordania, se dirigía a Israel, concretamente a la ciudad de Hadera, cuando sus dos ocupantes observaron la presencia de tropas en la carretera. Los dos salieron del vehículo y huyeron campo a través. Inmediatamente se organizaron patrullas que les siguieron la pista aunque no consiguieron dar con ellos. La Policía dijo que los explosivos, garrafas de gas y un teléfono móvil estaban adosados al deposito de la gasolina de la furgoneta, y que todo el material habría sido detonado a distancia. Por otra parte, dos soldados israelíes perdieron la vida en dos incidentes separados que ocurrieron por la mañana en la franja de Gaza. Estos atentados llegaron menos de 24 horas después de que Ariel Sharon dijera que «los palestinos han entendido que el terrorismo no les llevará a ninguna parte». En el primer ataque murió un teniente beduino, Malik Grifat, que fue abatido por francotiradores cuando se encontraba entre dos asentamientos judíos del norte de Gaza. Otros dos soldados resultaron heridos. En el segundo ataque murió un soldado y tres más quedaron heridos. Este atentado ocurrió cuando una bomba que habían plantado los palestinos en una carretera explotó al paso de un Merkava, que es el tanque más desarrollado que tiene el Ejército israelí. Por otra parte, Marwan Barguzi no quiso escuchar este jueves la lista de 38 acusaciones que pesan sobre él. En su lugar, el líder de Fatah en Cisjordania, acusó a Israel de ser la causante de la grave situación que hay en la región al no querer retirarse de los territorios ocupados. En su segunda comparecencia ante un tribunal de Tel Aviv, el líder de Fatah en Cisjordania se volvió a mostrar seguro de sí mismo, convencido de que es el protagonista de una causa política. Esposado y con barba de muchos días, Barguzi dijo que no reconocía la jurisdicción del tribunal. «Aquí hay un error. Quien debería sentarse en el banquillo es el Gobierno de Israel. Ustedes no tienen derecho a juzgarme. Este es un tribunal de ocupación». Sin confesión Detenido por el Ejército el 15 de abril en Ramala, Barguzi ha sido interrogado desde entonces por la Policía, si bien no le han conseguido arrancar ninguna confesión. Israel lo acusa de ser responsable de 37 atentados en los que han muerto 26 israelíes. El líder de Fatah en Cisjordania es el funcionario palestino de mayor rango que ha sido detenido por los israelíes y está dispuesto a convertir el juicio en un escaparate internacional en el que va a denunciar la férrea ocupación militar que padecen los palestinos. Barguzi dijo al tribunal que es un «luchador por la paz», y cuando un juez le dijo que «los luchadores por la paz no plantan bombas», replicó «No quiero entrar en ese tema». En otras ocasiones, antes de su detención, Barguzi ha declarado que está a favor de sacar a los israelíes de Cisjordania y Gaza por la fuerza, aunque también ha negado estar involucrado directamente en los atentados contra militares y civiles israelíes. Aspira a la paz En todas sus declaraciones Barguzi ha dicho que sólo aspira a que haya paz entre israelíes y palestinos, pero para que ello ocurra es necesario acabar con la ocupación. De hecho, Barguzi, de 43 años, fue quien convenció a un gran número de dirigentes palestinos para que reconocieran el Estado de Israel. El problema de fondo sigue siendo la negativa israelí a cumplir las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad, que desde hace más de tres décadas exigen una retirada de los territorios ocupados. La cuestión es que Estados Unidos apoya a Israel incondicionalmente y los dirigentes hebreos prefieren sufrir un goteo constante de muertos antes que volver a la línea verde de 1967, lo mismo en Cisjordania y Gaza que en el Golán sirio.