El país americano aprovecha los programas dominicales de televisión para pedir «un cambio de régimen»
Estados Unidos lanza una ofensiva diplomática contra Sadam Husein
Estados Unidos incrementó ayer su ofensiva diplomática contra Irak, aprovechando los programas dominicales de televisión para abogar por un «ca
Al reunirse el sábado con el primer ministro británico, Tony Blair, Bush dijo que EE. UU. no necesita más pruebas del potencial nuclear que un informe y fotografías de la Agencia Internacional para la Energía Atómica (OIEA), que muestran nuevas edificaciones en antiguas instalaciones nucleares en Irak. Blair, hasta ahora el único líder que apoya una posible acción militar de EE. UU. contra Irak, opinó que esa amenaza nuclear debe preocupar a toda la comunidad internacional y afirmó que su Gobierno no puede «responsablemente» quedarse sin hacer nada. Se prevé que el informe y las pruebas dominen los programas de televisión, pese a que un portavoz de la OIEA, Mark Gwozdecky, rectificó la versión de EE. UU sobre el asunto. Gwozdecky dijo que «no hay un informe» nuevo sobre el programa nuclear iraquí y, por lo tanto, consideró que es prematuro sacar conclusiones hasta que los inspectores de desarme de Naciones Unidas puedan regresar a Irak. La OIEA, una agencia de Naciones Unidas, explicó en un comunicado la noche del viernes que ha examinado esas fotografías de satélite desde hace más de dos años y que no hay nuevas fotos o pruebas de que Irak intente obtener armas nucleares. El Gobierno de Bagdad expulsó a los inspectores de la ONU en diciembre de 1998 y desde entonces se ha negado a que regresen. El objetivo de los inspectores es verificar si Irak está cumpliendo con las resoluciones de Naciones Unidas sobre desarme. El diario The New York Times, que publicó el viernes un informe sobre las citadas fotografías, señaló en su edición de ayer que, desde hace 14 meses, Irak «se ha embarcado en una búsqueda de materiales por el mundo para hacer una bomba atómica». Citando fuentes anónimas del Gobierno Bush, el diario neoyorquino indicó que Irak «ha intentado comprar miles de tubos de aluminio con un diseño especial», que formarían parte de centrifugadores para producir uranio enriquecido. Por motivos de seguridad, esas fuentes no ofrecieron al diario detalles sobre la procedencia ni el número de cargamentos que fueron interceptados Blair y la opinión pública Tras su reunión en EE. UU con el presidente de ese país, George Bush, en la que acordaron una «estrategia compartida» frente a Irak, el primer ministro británico, Tony Blair, se ha puesto manos a la obra para superar el escollo más difícil: convencer a la opinión pública de la necesidad de actuar. Blair llegó ayer al Reino Unido, tras dialogar el sábado durante tres horas con Bush en Camp David, y se reunió con la reina Isabel II de Inglaterra en la residencia real de Balmoral (Escocia). Aunque es práctica común que el primer ministro se reúna con la soberana al regreso de las vacaciones estivales, en esta ocasión no cabe duda de que la cuestión de Irak y su programa de fabricación de armas de destrucción masiva será uno de los asuntos estelares de la audiencia. A su llegada, Blair se apresuró a reiterar el mensaje que ya comunicó en Camp David: Irak no es un problema únicamente estadounidense y debe ser «una preocupación de toda la comunidad internacional civilizada». En declaraciones al programa «Sunday with Alan Boulton», de la cadena «Sky News», señaló que «no es posible que la comunidad internacional apruebe varias resoluciones en un asunto tan serio como el del armamento químico, biológico y nuclear y que se violen esas resoluciones y no se haga nada».