Los militares sublevados toman la segunda ciudad del país, y el Ejército asegura controlar Abidján
El general Guei muere en una intentona golpista en Costa de Marfil
Costa de Marfil fue escenario ayer de una sublevación militar durante la cual el general Robert Guei, autor de un golpe de Estado en 1999, y el mi
En Abidján, violentos combates entre las fuerzas leales al Gobierno y los amotinados causaron por la mañana al menos diez muertos y varias decenas de heridos, según un primer balance militar provisional. Varios «asaltantes» también murieron en estos enfrentamientos, según la misma fuente. Desde el principio de la jornada, cuando se escuchaban disparos de artillería pesada en la capital económica marfileña, el régimen del presidente Laurent Gbagbo acusó al general Guei de ser el instigador de este motín. «Hemos identificado a la persona que está detrás de los disturbios. Es el general Guei», declaró a la prensa en Roma Alain Toussaint, asesor de comunicación del presidente Gbagbo, quien se encuentra de visita oficial en Italia. Según el ministro marfileño de Defensa, Moise Lida Kouassi, el cadáver del general fue encontrado en una calle cercana a uno de los grandes hospitales de Abidján. Por su parte, el ministro del Interior murió al comienzo de la sublevación, según la misma fuente. En Bouaké, los amotinados tomaron el «control total» de la ciudad, según un dirigente político contactado telefónicamente desde París. Dos oficiales y el comandante militar de la región murieron y dos dirigentes políticos fueron secuestrados, entre ellos el ministro de Deportes, François Amichia, según una fuente militar. Según uno de los amotinados, «nadie sale (en Bouaké), nadie trabaja». Los sublevados se habían apoderado principalmente de la base aérea de la ciudad. En Abidján, los disparos comenzaron hacia las 03:00 hora local y 05:00 hora española. «Estimamos en 500 ó 600 el número de asaltantes que atacaron en varias oleadas. Estaban equipados con fusiles de asalto AK-47, ametralladoras pesadas T-38 y armas antitanque», según indicó una fuente militar. En torno al campamento militar de la gendarmería de Agban, que fue atacado por la mañana, testigos presenciales contaron ocho cadáveres de hombres que fueron considerados asaltantes por los gendarmes presentes. Los policías retomaron el control del campamento, uno de los principales acuartelamientos de Abidján, pero disparaban contra todos los hombres y vehículos sospechosos, según testigos. En las inmediaciones del campamento, los oficiales tenían dificultades para tranquilizar a sus hombres, muy tensos. A pesar de la situación caótica, el Ejército marfileño aseguró que «controla la situación» en Abidján y en el resto del país, a pesar de algunas «pequeñas bolsas de resistencia».