El líder palestino provoca a los hebreos y asegura que nunca abandonará la reivindicación de Jerusalén
Israel amenaza con volar lo que queda del cuartel general de Arafat
El ejército israelí ha ordenado la evacuacion de todas las personas atrincheradas en el cuartel general del presidente palestino, Yaser Arafat
El rais palestino tiene a los soldados hebreos a diez metros de su despacho. Su situación podría ser aún peor si, como ha amenazado, el ejército bombardea lo que queda de la Mukata. «Reitero mi llamada al pueblo palestino y a todos los partidos a frenar todos los ataques dentro de Israel porque (el primer ministro israelí) Ariel Sharón los utiliza como cobertura para destruir la paz de los valientes», dijo. El ministro de la Gobernación palestino, Saeb Erekat, criticó que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas espera para reunirse hasta el próximo lunes «cuando la vida de Arafat está en peligro» hoy mismo. El hombre de confianza del viejo líder palestino, Nabil Abu Rudaina, aseguró que esta madrugada han sido informados de que EE.UU. ha aconsejado a Israel que frene el asedio, que mantiene a Arafat confinado en el segundo piso de sus oficinas de Ramala, cubierto de polvo, tras hacer impacto un proyectil en la planta superior. «Han parado de disparar -declaró Rudaina- pero las excavadoras continúan destrozando todo lo que encuentran a sus paso» y advirtió del posible derrumbe del edificio donde se encuentra Arafat, que ha sido blanco de un obús, varios misiles y ráfagas de metralleta israelíes. La radio israelí afirma que Arafat conversó anoche telefónicamente con el secretario general de la Liga Arabe, Amro Musa, y le pidió que los países árabes hagan algo por la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Benjamín Ben Eliezer, aseguró ayer al secretario general del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Mahmud Abas (Abu Mazen), que Israel no tiene intención de dañar a Arafat. Sin embargo y según la televisión de Israel, el objetivo del asedio militar israelí de las oficinas del presidente palestino, Yaser Arafat, en Ramala, es hacerle la vida imposible y reducirle a un pequeño habitáculo en el edificio de la Mukata de forma que pida el exilio voluntario. «Nadie va a llorar si Arafat abandonar los territorios», afirmó ayer Gideon Saar, secretario de Estado israelí. Tras el atentado de Tel-Aviv que costó la vida a seis civiles israelíes, el Consejo de Ministros, presidido por Ariel Sharón, decidió el pasado jueves lanzar la ofensiva militar contra la Mukata y aislar a Arafat, aunque no deportarle. Mientras, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yassir Arafat, confinado en su cuartel general de Ramallah, reiteró ayer su llamamiento para que finalicen los ataques contra isralíes, que dice son utilizados como pretexto por el gobierno israelí para impedir la paz. «Repito mi llamado al pueblo palestino y a todos nuestros partidos, de detener todo ataque violento en Israel, porque (el primer ministro israelí, Ariel) Sharon los utiliza como pretexto para destruir la paz de los valientes», manifestó Arafat en una declaración distribuida por la agencia de noticias palestina Wafa. El líder palestino subrayó asimismo que no está dispuesto a capitular. «No entregaremos ni Jerusalén ni un grano de nuestra tierra, que nos pertenecen según el derecho internacional», dijo.