Arafat se niega a entregar a los palestinos reclamados por Israel, acusados de preparar atentados suicidas
Sharon arremeterá contra Hamás después de acabar con la Mukata
El primer ministro israelí Ariel Sharon tiene intenciones de atacar la infraestructura del Movimiento de la Resistencia Islámica Hamás en
Dos ataques de palestinos suicidas, uno de la Yihad Islámica y otro de Hamás, que la semana pasada causaron la muerte de siete personas y más de sesenta civiles en Israel, fueron los que desencadenaron el jueves pasado el asalto militar al cuartel de Arafat en la ciudad cisjordana de Ramala. En medios castrenses se afirmaba que de continuar los ataques de Hamás y la Yihad Islámica, las operaciones contra los integristas también afectarán a sus dirigentes políticos, y no sólo a los suicidas de sus respectivos brazos armados. Sharon se refirió a las posibles operaciones contra Hamás y la Yihad Islámica ante la requisitoria de distintos sectores de la opinión israelí, que no comprenden por qué se abstiene ante esas organizaciones que se oponen a Arafat y a la paz con Israel y, en cambio, ataca al presidente palestino, que condenó los atentados terroristas, entre ellos el perpetrado por el suicida que se inmoló en un autobús de línea de Tel Aviv. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina rechazó ayer, las condiciones de las Fuerzas Armadas de Israel para levantarles el cerco que hoy, entra en su sexto día, entre ellas la entrega de 19 de esos hombres, sospechosos en este país de haber planificado o participado en sangrientos ataques de la resistencia. «No me marcharé del país, no hay conmigo personas buscadas y no entregaré a ninguna de ellas a Israel», eran los lemas de «Abu Amar» en las conversaciones con líderes de la comunidad internacional a los que solicitó que presionen a Sharon. Condiciones rechazadas El negociador palestino Seab Erekat, miembro del Gabinete Nacional, que fue autorizado por las autoridades israelíes a entrar a la Mukata para efectuar consultas con Arafat, dijo que las condiciones fueron rechazadas y que las negociaciones habían fracasado. Arafat se negó a entregar a los palestinos reclamados por Israel y rechazó la posibilidad de que sean trasladados a la franja de Gaza o al pueblo cisjordano de Jericó, según fuentes palestinas. En mayo pasado, cuando también estaba cautivo del Ejército israelí en su cuartel general de Ramala, Arafat logró que le levantaran el cerco después de negociar la entrega de seis palestinos también reclamados por las autoridades israelíes, ahora presos en la cárcel de Jericó y bajo custodia de agentes de seguridad de EE. UU. y del Reino Unido. Erekat fue el único que pudo ver personalmente a Arafat desde que comenzó esta segunda ofensiva. Sharon prohibió la visita del enviado especial de la UE para Oriente Próximo, Miguel Ángel Moratinos, quien se proponía llegar a Ramala para mediar entre la ANP e Israel a fin de superar la crisis.