Arafat seguirá cautivo a pesar del Consejo de Seguridad de la ONU

Sólo el Ministerio de Asuntos Exteriores, a cargo del casi octogenario laborista Simón Peres, admitió que la resolución «tiene algunos elementos positivos», como la condena contra los terroristas y la obligación de Arafat de apresarlos y juzgarlos, y «otros elementos difíciles de aceptar», como el repliegue inmediato de la Mukata y la retirada del Ejército de las ciudades palestinas ocupadas hace más de tres meses en Cisjordania. En las ciudades bajo toque de queda de Cisjordania septentrional, comenzando por la de Ramala, siguen expresando su solidaridad con «Abu Amar» a horas de la noche o del día, desafiando el toque de queda impuesto por el Ejército israelí, así como en Gaza, donde todavía operan el Gobierno de Arafat y sus organismos de seguridad. La resolución de la ONU fue aprobada tras el fracaso de unas primeras negociaciones con autoridades militares de Israel, que conduce el ministro Saeb Erekat, del Gabinete Nacional, para conjurar la crisis y conseguir la liberación del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (OLP) y de los demás palestinos cautivos con él en Ramala. En la Mukata la resolución del Consejo de Seguridad -una propuesta europea aprobada por 14 de sus miembros con una abstención crítica para Israel de sus aliados de Estados Unidos- cayó bien pues «es un paso en la buena dirección», dijo el portavoz de Arafat, Nabul Abu Rudein. «Pero ahora hay que cumplirla», agregó. Mientras deliberaba «el Gobierno de la comunidad internacional» en su sede de Nueva York, cerca de noventa tanques y otros carros blindados de Israel invadieron el martes zonas autónomas de la franja de Gaza, y en duros combates con la resistencia palestina, cayeron 9 de sus miembros y 24 resultaron heridos. Entre los muertos, dijeron fuentes palestinas, estaban un jefe del brazo armado del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hama), los Batallones de Azedin al-Kasem, y Majmud Moshko, de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, de Al Fatah. Desde los dos ataques de suicidas islámicos de mediados de la semana anterior hasta la fecha perdieron la vida 17 palestinos y ocho israelíes, y unas 140 personas de ambas partes resultaron heridos en esta nueva ola de violencia.