Los rebeldes de Costa de Marfil quieren derrocar al gobierno
Los soldados sublevados en Costa de Marfil admitieron ayer, por primera vez, que su objetivo final es el de derrocar al gobierno encabezado por el presidente Laurent Gbagbo. «Es necesario que derroquemos al régimen de Gbagbo a fin de restaurar la justicia, la paz y la igualdad entre los marfileños», dijo un oficial rebelde, que se identificó como teniente Elinder, en una rueda de prensa en Bouaké, la ciudad central marfileña que se ha convertido en el epicentro de la rebelión. Las autoridades galas, que inicialmente declararon que el conflicto era «un asunto interno marfileño», han reforzado con alrededor de 250 soldados el contingente permanente de 650 efectivos que mantienen en Abiyán, aunque limitaron su intervención a la evacuación de unos 2.000 extranjeros de las áreas amenazadas por los combates. El pasado sábado, Francia ofreció, sin embargo, «apoyo logístico» a las autoridades de Costa de Marfil, que, tras la sublevación, habían pedido a París la activación de un acuerdo de defensa. Los sublevados se alzaron en armas contra Gbagbo hace dos semanas reivindicando su derecho a continuar en las filas del Ejército, del que han sido dados de baja.