Los dos calendarios

Colin Powell, Secretario de Estado norteamericano e inspirador del ala moderada en la Administración Bush, ha sido, sin embargo, el encargado de decir, moderadamente, es verdad, que el eventual éxito del control por la ONU de los programas militares iraquíes clandestinos estropea el escenario americano: derribar el régimen de Saddam Hussein, terminar el trabajo... Tal es el significado de su petición de que la ONU aplace la vuelta de los inspectores, muy próxima teniendo en cuenta el éxito del encuentro con la delegación iraquí para arreglar las modalidades prácticas del regreso, previsto para la tercera semana de este mes... Powell pidió que se pare todo en tanto el Consejo de Seguridad vota una nueva resolución. ¿Qué resolución? La que permita - hay que ser prácticos - el calendario de la ONU, que se mueve desde el corpus de resoluciones anteriores, todas inspiradas y votadas por Washington. En cuanto Bagdad aceptó el regreso incondicional, pedido hasta la extenuación, Kofi Annan consideró que Blix debía ponerse al trabajo. Pero este alto funcionario sueco dejó caer el lunes que la parte iraquí estaba cooperando - el caso concreto de los palacios presidenciales ha sido reenviado a la ONU para una consideración política, no técnica -- y el previsible éxito de la misión dejaría sin argumento a los norteamericanos en lo tocante a un ataque militar y el fin del régimen iraquí, con lo que ello conlleva: el calendario norteamericano no se compadece con el de la ONU. Blix, quien parece disponer del total respaldo de Kofi Annan, que ya le defendió enérgicamente alguna vez en el pasado, contestó a través de una portavoz en Viena, donde se han celebrado los dos encuentros con los iraquíes, diciendo que el equipo inspector es sólo un órgano técnico del Consejo de Seguridad de la ONU, del que recibe las órdenes y al que se remite (se supone sobreentendido: no a Washington). Sus cálculos son que a partir del quince de este mes, los inspectores podrían regresar a Irak en cualquier momento y reanudar su labor en buenas condiciones: si esto se mantiene - y lo mantiene el otro calendario, el de la ONU - los Estados Unidos difícilmente podrían pasar al ataque. Normalmente, vistas las dificultades, deberían buscar una vía intermedia: se la brinda la resolución en dos etapas que propone París. Y que, en todo caso, no es un cheque en blanco, sino un consenso compatible con el desarme pacífico, aunque bajo renovada presión, del Iraq.