La OTAN augura un aumento del terrorismo y de la inestabilidad

El secretario general de la OTAN, George Robertson, auguró ayer un panorama negro para la estabilidad mundial en los próximos años, alertando del peligro de un aumento del terrorismo, la proliferación de armas convencionales y de destrucción masiva, la inestabilidad regional y los Estados ''fallidos'' que sirven como refugio a los terroristas. «Con el 11 de septiembre se traspasó un umbral», declaró Robertson. «Una nueva especie de terrorismo se ha puesto en primera fila, un terrorismo no dirigido a objetivos políticos logrables, sino por el extremismo fanático y la necesidad de matar. Es difícil imaginar cómo puede devolverse a este cruel genio a su botella del pre 11-S», añadió, en su intervención en una conferencia sobre los retos de la OTAN y la próxima Cumbre de Praga (noviembre). Robertson avanzó los principales retos de la Cumbre de Praga, que aprobará la ampliación de la OTAN a nuevos miembros, «poniendo fin a la división de la guerra fría», e intentará una gran reforma de la Alianza que, tras el 11 de septiembre, vio como su papel de organización defensiva pasó a un segundo plano frente a coaliciones militares más flexibles y preparadas para hacer frente a una amenaza nueva, y en un territorio diferente al de la guerra fría. En concreto, manifestó que se avecina un panorama de «inestabilidad garantizada», que no permite darse el lujo de teorizar sobre lo que está «dentro» y «fuera» de su zona de acción. Así, pronosticó una creciente inestabilidad en el Cáucaso, Asia Central, el norte de África y Oriente Próximo, que se extenderá por Europa por las consiguientes migraciones, oleadas de peticionarios de asilo, tráfico de personas, drogas y violencia. Además, aventuró un aumento de los Estados ''fallidos'', gobernados por ''señores de la guerra'' que se financian con el crimen y el tráfico de drogas.