Dimite el comandante de la Fuerza Aérea chilena por el escándalo de los desaparecidos

El general Patricio Ríos presentó ayer su dimisión como jefe de la Fuerza Aérea chilena, tras un escándalo desatado por el ocultamiento de información sobre detenidos desaparecidos por parte de la institución castrense. La dimisión de Ríos, primera de un alto jefe militar en un país en que, por mandato constitucional, los mandos castrenses son «inamovibles», se conoció en Viña del Mar, 120 kilómetros al oeste de Santiago, donde fue comunicada por el presidente Ricardo Lagos y la ministra de Defensa, Michelle Bachelet. Ante los periodistas y tras reunirse durante 30 minutos con el general, Lagos señaló que el jefe castrense le deja libertad de acción para estructurar un nuevo alto mando en la Fuerza Aérea. Lagos agradeció el gesto y anunció que próximamente designará al sucesor de Ríos. En la carta de dimisión, que fue leída por la ministra Bachelet, Ríos señala que se va «por el bien de la institución» a la que dedicó más de 40 años de su vida. Bachelet, según diversas fuentes, jugó un papel decisivo en la tarea de persuadir a Ríos de dejar el cargo, después que el jefe militar, pese a admitir que no tenía salida, comenzó a exigir una serie de garantías para materializar su alejamiento del cargo.