Indonesia cede a la presión mundial y detiene a los líderes islámicos

Las autoridades indonesias han detenido al jefe del grupo islamista del país responsable de numerosos ataques contra bares y lugares de ocio desde hace dos años. Muhamaad Rizieq Shihab, que dirige el Frente de los defensores del Islam (FPI), será sometido a interrogatorios respecto al atentado de Bali. Esta detención se produce mientras Indonesia se encuentra bajo presión internacional para que actúe contra los islamistas después de la masacre. Asimismo, la policía ha ordenado la detención del líder religioso Abu Bakar Bashir, supuestamente responsable del movimiento terrorista Yemaa Islamiya, considerada uno de los brazos de Al Qaida. El religioso, que vive en una escuela coránica del centro de Java, de 64 años, ha negado su responsabilidad, así como su vinculación con Yemaa Islamiya; y es más, considera que tanto esta organización como Al Qaida son una invención de Washington para justificar su agresiva campaña contra el mundo islámico. Por su parte, el Gobierno indonesio no descartó ayer que haya extranjeros detrás del atentado de Bali, mientras continúa la investigación y el primer ministro australiano, John Howard, asiste en la isla a un acto en honor de las más de 190 víctimas. El autor material del atentado sería, según EEUU y Australia, el grupo islámico Yemaah Islamiya. Por el momento, el portavoz de la Policía de Bali, Yatim Suyatmo, informó ayer de que «investigan intensivamente» a ocho personas en relación con el atentado, uno de ellos es de Oriente Medio y los otros son indonesios. Suyatmo añadió que, hasta el momento, han sido interrogadas 70 personas El atentado de Bali, considerado el más sangriento desde los ataques terroristas del 11 de septiembre en EEUU, dejó oficialmente 190 muertos -la gran mayoría aún sin identificar-, más de 300 heridos y un número indeterminado de desaparecidos.