La Unión Europea espera impaciente hoy la decisión de los irlandeses sobre la futura ampliación
Esperanza entre los defensores del «sí» a Niza por la alta participación
Los partidarios del «sí» a la ratificación del Tratado de Niza confiaban ayer en su victoria gracias a la alta participación en el referéndum irlandé
Al cierre de los colegios electorales, a las 20.00 GMT, la participación en el referéndum irlandés sobre el Tratado de Niza puede haber sido alta, lo que favorece a los partidarios del «sí». El recuento definitivo comenzará hoy a las 09.00 hora local (08.00 GMT) y se prolongará al menos hasta media tarde. Fuentes de la organización del plebiscito estiman que el resultado final se anunciará entre las 18.00 y las 19.00 GMT en el Castillo de Dublín. Poco después del cierre de los colegios, los comisarios electorales de varias circunscripciones dublinesas predecían una afluencia a las urnas superior al 40%. Un portavoz del Ministerio de Medioambiente, organizador del plebiscito, aseguró que este índice puede ser «más alto de lo esperado», sobre todo en las grandes ciudades del país, donde algunas circunscripciones llegaron hasta el 42%. Por contra, en el interior de la isla y en algunos centros del remoto condado de Donegal, al noroeste del país, no pasaban del 20% dos horas antes del cierre de los colegios. Sin embargo, nadie duda que el número de sufragios ha sido más alto que el registrado en el anterior referéndum, cuando tan sólo un 34,7% del electorado se pronunció sobre este complejo documento. Rechazo anterior Entonces, un 54% dio la espalda al Tratado, un texto que crea la estructura de una nueva política exterior y de defensa de la UE y reforma sus instituciones ante la ampliación hacia el centro y el este de Europa. Por precepto constitucional, Irlanda celebra referendos anuales sobre distintos aspectos de su Gobierno y, en especial, sobre modificaciones a su Constitución. Ha sido práctica habitual que los gobiernos irlandeses sometan a referéndum la ratificación de los tratados más importantes de la Unión Europea. Irlanda ha sido beneficiada por la dotación de la Unión Europea a la agricultura y a las reformas estructurales en las regiones económicas desfavorecidas, pero, en torno al no, se ha creado una agrupación de intereses diversos, que ven con recelo desde los aspectos defensivos del tratado hasta la creciente marginalización de los países pequeños en la UE ampliada. El Gobierno de Bertie Ahern ha realizado una campaña en torno a dos ejes. El primero ha sido la insistencia en que la participación activa de Irlanda en la UE es fuente de creación de empleo. El segundo eje ha sido apelar el sentimiento de solidaridad de los irlandeses con los países del este de Europa, alegando que un no irlandés a la ratificación de los acuerdos suscritos congelaría temporalmente la ampliación y perjudicaría tanto el desarrollo de esos estados como el avance de sus democracias. Según el Ministerio irlandés de Medioambiente, organizador de la consulta, Dublín y las principales ciudades del suroeste, Cork y Limerick, registraban a media tarde una afluencia de votantes por encima del treinta por ciento. Los colegios electorales abrieron a las 08.00 GMT y cerrarán doce horas más tarde, esto es, a las 20.00 GMT. Un portavoz del ministerio comentó al respecto que el índice de participación es «más alto de lo esperado». Después de almorzar votó el primer ministro irlandés, Bertie Ahern, quien declaró que «votar por Niza es la opción correcta». Por primera vez en la historia del país y con objeto de facilitar aún más las cosas a la ciudadanía, el Gobierno decidió celebrar este referéndum en sábado. Los partidarios del Tratado -el Fianna Fail, el Fine Gael y el Partido Laborista- creen que el Tratado de Niza será ratificado si se registra una participación superior al 45 o, incluso, al 40%. Por contra, sus detractores -el Sinn Fein, los Verdes y varios diputados independientes- reconocen que la alta abstención aumenta las posibilidades de un nuevo rechazo a este documento.