La violenta explosión de un coche bomba eleva en Moscú el pánico terrorista
El estallido de un coche-bomba junto a un local de comida rápida sembró ayer el pánico en Moscú cuando apenas se había acallado el eco del asesinato 24 horas antes de un gobernador, blanco también de la ola de crimen que sacude Rusia. Según informaciones de fuentes médicas no confirmadas por la policía, una persona murió y siete resultaron gravemente heridas al estallar el potente artefacto en el interior de un automóvil aparcado junto a un restaurante de la cadena McDonald''s, en el suroeste de Moscú. La bomba estaba colocada dentro de un automóvil tipo turismo del que apenas quedó el volante y la parte del capó delantero. El entorno del lugar de la explosión quedó literalmente regado por los fragmentos de hierro y bolas de acero que emplazaron en la bomba el autor o autores del ataque para causar el mayor número de víctimas, según explicó la policía.