EE. UU. propone un nuevo plazo para confirmar la cooperación irakí

La cadena norteamericana de televisión CBS informó durante la noche del pasado lunes que, según fuentes oficiales, el Pentágono estaba revisando sus despliegues para ajustar un posible ataque contra Bagdad en marzo o abril, en lugar de enero o febrero, como hasta ahora se había considerado más propicio. En Washington, sin embargo, Torie Clarke, portavoz del Pentágono, rechazó la idea de que haya un calendario preparado para un ataque contra Irak. «No hay calendario porque el presidente (George W. Bush) no ha decidido una acción militar», dijo. El nuevo borrador de resolución, que se espera sea entregado formalmente a todos los miembros del Consejo hoy miércoles, señala, entre otras cosas, que Irak tendría 30 días para declarar qué armamento tiene exactamente, 45 días más para que la ONU reinicie las inspecciones, y dos meses para completar un primer documento e informar al Consejo de su resultado. Las fuentes diplomáticas indicaron que Estados Unidos ha modificado su pretensión de usar automáticamente la fuerza en el caso de que Bagdad no coopere, aceptando al mismo tiempo «la idea» de que será el Consejo de Seguridad el que determine qué tipo de consecuencia afrontaría el régimen de Sadam Husein. «Ahora el problema -agregaron- es plasmar eso en un texto inequívoco que sea aceptable para Estados Unidos pero también que dé garantías a Francia y Rusia», países que han defendido la necesidad de una estrategia de dos pasos, con la ONU siempre en el medio. Inocencio Arias, embajador ante la ONU de España, país que formará parte del Consejo a partir de enero, declaró a EFE que los cinco miembros permanentes(Estados Unidos, Rusia, Francia, China y el Reino Unido), «siguen cocinando con severas dificultades una resolución que devolvería el tema de Irak a la ONU, como todos deseamos». «Que lo hagan los cinco a solas -dijo Arias- tiene una ventaja y un inconveniente. Por una parte, consolida el directorio de los cinco dentro de la ONU pero la ventaja es que cuando estén de acuerdo, habremos visto la luz en un problema que preocupa seriamente a toda la comunidad hispana». El jefe de inspectores de la ONU para Irak, que cuenta con cerca de 200 expertos preparados para reiniciar las inspecciones, visitó ayer Moscú para conversar con representantes del Gobierno ruso, que hasta ahora no ha dado su aprobación al borrador de resolución norteamericano. En rueda de prensa, Blix se mostró confiado en que si Bagdad coopera, se podría evitar una nueva guerra. «Pienso que todavía existe el deseo en Washington de un cambio de régimen pero está claro que lo más importante sigue siendo las armas de destrucción masiva», agregó el jefe de UNMOVIC. Las fuentes diplomáticas reconocieron que el cambio de actitud experimentado por Washington en los últimos días ha acercado posiciones entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, y señalaron que «hay que esperar» que se resuelvan pronto los temas aún abiertos. Para que una resolución sea aprobada es necesario que ninguno de los permanentes vote en contra (lo que se interpreta como veto) y que el texto obtenga nueve votos favorables de los 15 miembros que componen el máximo órgano de decisión de la ONU. Reunión de los mandos irakíes Por su parte, el presidente irakí, Sadam Husein, presidió ayer una reunión sobre las medidas a adoptar en caso de un eventual ataque estadounidense contra Irak, de acuerdo con lo indicado por la agencia oficial iraquí INA. En la reunión, en la que se dieron cita altos responsables militares irakíes, «los participantes afirmaron su determinación a actuar para apoyar la yihad (guerra santa), ayudar a la construcción de trincheras y permitir a los combatientes defender su patria», según la propia INA.