La nueva Constitución europea contempla la doble nacionalidad

El ex presidente francés presentó ayer en Bruselas lo que llamó «la arquitectura» de la futura Carta Magna Europea, un documento que a través de 205 artículos (la mitad de los que contiene el actual Tratado de la UE) pretende regular los derechos fundamentales de los europeos y establecer el reparto de competencias entre las instituciones comunitarias, así como entre éstas y los Estados miembros. Entre los aspectos más novedosos que incorpora este boceto constitucional figura el Título X, llamado de «De la pertenencia a la Unión», que regula el proceso de adhesión a la UE, pero también la suspensión de los derechos de pertenencia a la Comunidad (expulsión) e incluso de retirada voluntaria (secesión), de los cuales no se ocupa el actual Tratado. Giscard mantiene una posición prudente sobre los asuntos más controvertidos que estos momentos están debatiendo los Quince. De hecho, evita pronunciarse sobre cómo han de ser las presidencias del Consejo Europeo, sobre las competencias que se han de atribuir a la Comisión o sobre el papel que debe jugar la Eurocámara. Ahora bien, el artículo 5 de su proyecto constitucional prevé la creación de la doble ciudadanía, de tal forma que cualquier individuo tendrá la nacionalidad de su Estado miembro, además de la europea. Este punto también detalla los derechos de los ciudadanos comunitarios: circulación, residencia, sufragio, protección diplomática y derecho a dirigirse a las instituciones comunitarios y a recibir respuesta en su propia lengua. A nivel territorial, la Constitución de Giscard apuesta por una Unión de Estados, mantiene al Comité de las Regiones como un órgano consultivo, si bien propone crear Congreso de los Pueblos de Europa, muy discutido por algunos países.