Un gas misterioso y asesino

El gas utilizado por las fuerzas especiales rusas durante el asalto al teatro moscovita para neutralizar instantáneamente a los terroristas chechenos ha sido el principal asesino de la operación de rescate. La mayoría de las víctimas, excepto dos, lo fueron por efecto del gas. Las autoridades rusas siguen negando que sus efectos sean nocivos. Los médicos que atienden a los heridos son los que han dado las primeras explicaciones oficiales. Lo que parece evidente es que el gas, una especie de sustancia anestésica, produce efectos mucho más nocivos a las personas afectadas por mala circulación o problemas respitatorios, a los que será muy difícil salvar. Otro factor fundamental para poder salvar a los intoxicados es el antídoto. A las personas que se les inyectó podrán sobrevivir. Los mismos soldados que asaltaron el teatro han advertido que será muy difícil salvar la vida de aquellos que permanecieron más de media hora en la sala envenenada. Ayer se rezaba en toda Rusia por la salud de los 405 ex rehenes que aún permanecían en los hospitales de la capital rusa. nEl grave estado de muchos de ellos indica que la lista oficial de fallecidos podría alargarse. Los médicos se muestran muy pesimistas. Los familiares de los heridos se agolpan a las puertas de los hospitales implorando información y permiso para visitarlos . En el hospital número 13 de Moscú la situación era más dramática, pues entre 30 y 40 familias no tenían aún información sobre el paradero de sus parientes, unas 70 personas que pueden encontrarse en algún hospital inconscientes o haber fallecido. En la calle Melnikov se produjeron escenas muy dolorosas, pues allí se instaló una oficina para el reconocimiento de los rehenes muertos sin identificar.